Escalones con desperfectos, toboganes totalmente desgastados... el parque Gulliver, que antes de Fallas presentó una reforma integral que costó 95.000 euros y que lo mantuvo cerrado tres semanas, presenta varias deficiencias, tal como indica el grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, que presentará en la comisión de Medio Ambiente, por medio de su concejala Isabel Dolz, que se compruebe "la posible existencia de desperfectos en el Parque Gulliver recientemente reabierto al público" y que se inste "a la empresa adjudicataria de los trabajos de mantenimiento a la reparación de los mismos previa a la recepción definitiva".

"Como tras quince años de uso"

"La sorpresa fue total", asegura Dolz, que explica que hay zonas "donde debería haber redes para que los niños suban y bajen y hay partes donde no hay redes y sí ganchos". Respecto a los toboganes, uno de los elementos más utilizados del parque, hay algunos "totalmente rallados y desgastados": "Creemos que la pintura se ha deteriorado antes de tiempo". "A un mes de estar terminada la obra el parque está hecho un asco", indica Dolz. En otros puntos, como en los escalones de acceso a la enorme figura, se han soltado piezas del suelo. Según la edil socialista, el deterioro que presenta hoy el Gulliver es similar al que se produce "tras quince años de uso".