Salamanca-Conde Altea presentó ayer su propuesta para 2014, en la que mostrará una concepción arquitectónica especialmente original. «En el aire» es un proyecto que destaca porque el grueso del monumento fallero está suspendido, aparentemente, en el aire. Una forma de expresar el estado en el que se encuentra la propia fiesta fallera con los problemas que la afectan en los últimos años.

Desde hace cuatro años, la comisión de la Gran Vía posiblemente, la más alternativa de las que componen el barrio ha dado un giro a su concepto de monumento fallero. De la mano de Juanjo García, están exprimiendo la personal forma de entender el arte fallero de este artista, lo que ha redundado en unos monumentos marca de la casa, en las que la originalidad manda.

El proyecto desafiaría cualquier concepción física y, obviamente, tiene su truco: un pilar de madera sostendrá la falla, suficientemente sólido, aunque dará la sensación que persigue: que la falla levita. Si a esto se añade la presencia de un ninot y de la propia valla que rodea siempre esta falla, confían que, una vez en la calle, dé esa sensación. De hecho, las bases se distinguen en algo para dar esa sensación extraña.

Se han juntado el proyecto el hambre y las ganas de comer. La comisión es de las que no se esconde a la hora de reivindicar la situación de la fiesta. No en vano, el pasado 8 de octubre organizaron una cadena humana en ese sentido. Y el artista Juanjo García también es de los que, en su colectivo profesional, no duda en poner en solfa esos problemas. Si ambas partes trabajaban juntos a satisfacción desde hacía años, todos los condicionantes están servidos.

Anoche, la presentación del proyecto estuvo acompañado de una puesta en escena en ese sentido. Mientras en la pantalla del casal aparecía el sempiterno emblema contra el 21 por ciento de IVA, Juanjo García rompía el contrato, rememorando los pactos de palabra que, tradicionalmente, eran ley entre artista y comisión. La falla infantil será obra de Paco Torres Josa.

Y se plantará «al tombe»

El presidente de la comisión, Alberto García, reconoce que las dos partes han trabajado con sinergía en los últimos años, pero que el proyecto de 2014 es una «parida» claramente del artista. «No sabíamos cómo seríamos capaz de materializar la alegoría, pero el proyecto está bien logrado».

Para acabar de arreglarlo, «En el Aire» también se plantará «al tombe», como en lo últimos años. Lo que faltaba en atrevimiento cuando la base es liviana.

Juanjo García ha probado todo tipo de concepciones de falla. Ya ha plantado la «falla al revés», en Avenida Burjassot-Carretera de Paterna y recientemente triunfó con la «falla invisible» en Doctor Sanchis Bergón-Turia.

No es la primera vez que se planta falla suspendida en el aire. El ejemplo más celebrado fue el fragmento que plantó José Puche en Malvarrosa-Ponz-Cavite en el año 1997 . Militando en Primera A, el cuerpo central era un arca de Noé. Por encima, unas nubes con angelitos descargaban gotas de lluvia. Dichas nubes estaban sujetas a base de tensores desde los extremos de la calle, dando una sensación de flotabilidad muy bien lograda.

«Una falla en l'aire» tiene su proclama de lecturas: que está en el aire «porque peligra su futuro, porque es un bien tradicional y espiritual que está por encima de todo y porque así se salva de los problemas terrenales». La lucha de artesanos y falleros, los debates estéticos y hasta Francisco Lledó intentando blanquear la «fumata» completan uno de los proyectos de 2014 que de forma más sencilla permitirán, con el paso de las décadas, recordar el momento que vive la profesión.