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Medio Ambiente

Llin reconoce que el Gobierno no envía caudal suficiente a la Albufera

El ayuntamiento lamenta que no se haya tenido en cuenta su petición de 121 hectómetros cúbicos de aporte de agua limpia del Júcar

Panorámica del lago de la Albufera declarado Parque Natural en 1986. fernando bustamante

La concejal del Ciclo del Agua del Ayuntamiento de Valencia, Mª Angels Ramón-Llin, aseguró ayer que en el Plan Hidrológico de la Demarcación del Júcar, que tramita el Ministerio de Medio Ambiente, «no hay garantía para mantener mínimamente la calidad del agua de la Albufera». De este modo, justificó la concejala la abstención del consistorio en la votación del plan realizada el pasado viernes en el Consejo del Agua de la Cuenca, donde el documento fue aprobado inicialmente.

«La Albufera no queda salvaguardada en este plan hidrológico», insistió Ramón-Llin quien aseguró que el ayuntamiento está estudiando medidas para intentar que en lo que queda de tramitación el plan pueda modificarse.

La concejala explicó que se han tenido en cuenta algunas de las alegaciones que hizo el ayuntamiento, sin embargo no se ha tenido en consideración una de las más importantes. «No se ha recogido la alegación que hicimos para que el lago recibiera 121 hectómetros cúbicos de agua limpia y de calidad, al margen de la depurada», explicó Ramón-Llin, quien manifestó las reticencias del ayuntamiento a que los caudales del lago dependan de las aportaciones de las estaciones depuradoras de Pinedo o Quart Benager, entre otras.

Y es que parece probada la imposibilidad de regenerar el lago del Parque Natural de la Devesa si no se corta el flujo de nutrientes que llegan de las depuradoras. Al respecto la concejala subrayó que «el daño en la Albufera cuesta mucho de reparar». «Los fosfatos se quedan por mucho tiempo depositados en el lago».

La red de depuradoras y colectores que rodea el lago de la Albufera está practicamente terminada y la contaminación que llega cada día es menor, pero el fósforo y el nitrógeno del agua depurada favorece la producción de la clorofila y las microalgas que bloquean la regeneracion de la Albufera.

El nuevo plan, tal como informó este diario, realiza una reserva genérica de agua para el lago, cifrada en 167 hectómetros cúblicos, que no solo no supone incremento del volumen real para satisfacer las necesidades hídricas de la Albufera sino que esconde la procedencia de los aportes.

Según el nuevo plan hidrológico del Júcar, la Albufera dejará de recibir los caudales no aprovechados por los regantes de la Acequia Real del Júcar y el arrozal de Sueca. El ministerio prefiere destinar el agua sobrante del regadio tradicional a la Mancha o el Vinalopó.

En la Albufera, que antiguamente se regeneraba a través de las aportaciones de los afluentes y «ullals», los retornos o sobrantes del agua de los regadíos del Júcar han ido perdiendo importancia en volumen total y porcentualmente en favor del agua que llega de la depuradora de Pinedo.

La concejala del Ciclo del Agua explicó que el plan hidrológico tampoco contempla la mejora de infraestructuras que solicita el ayuntamiento. «No hay infraestructuras previstas porque no hay financiación», declaró.

Mª Angels Ramón-Llin también aludió, en declaraciones a este diario, al mayor precio que tienen que pagar los regantes valencianos por el agua del pantano de Alarcón. «No quiero polemizar, pero a Valencia la están penalizando».

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