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Y sin embargo me quedo

Efectos del calor

Efectos del calor

No ha sido la ola de calor sofocante, no ha sido la llegada de las rebajas, ni de los mosquitos, que va. Sólo cuando hemos visto el posado de la Obregón hemos confirmado que ha llegado el verano. Y a unos les afecta más que a otros. A Carolina Punset (o Puntosiete para los cosmopolitas) desde luego le ha afectado profundamente. ¿Se puede ofender a más gente con una sola frase? Cada vez que la oía decir español refiriéndose al castellano se me revolvían las tripas. Mientras unos sacan a pasear el fantasma del catalanismo otros se tragan sin protestar el del madrileñismo.

Desde esos anuncios de cerveza en los que se da por sentado que Madrid es toda España hasta comentarios como los que ella hizo en el que se tacha al valenciano de entrañable. Y es que el nacionalismo en Valencia siempre se ha intentado etiquetar con una ideología que no es la suya. Como si no pudiera existir un valencianismo más allá de las gradas del Mestalla. O pancatalanismo o regionalismo, nunca se ha reconocido el nacionalismo valenciano como tal. Y así nos ha ido. Cuando alguien se reconocía nacionalista en Valencia la pregunta era inmediata ¿catalanista?, respuesta: no, - ah, entonces regionalista, - pues tampoco. A otros les afecta haciéndoles arremeter contra un concejal que en su grupo punk canta letras que incitan a la violencia, es como si acusaran a un concejal que canta en un coro parroquial de pregonar letras religiosas. ¿Es que no saben lo que es un grupo punk? Es más ¿es que no saben lo que es la letra de una canción? ¿No distinguen entre realidad y ficción? Tequila incitaba a bailar un rock and roll en la plaza del pueblo, ahora, con la ley mordaza ¿se consideraría incitación a cometer un delito? O la de Acción de Seguridad Social que exigía libertad de pensamiento que seguro que es delito.

Si te pones a buscar seguro que alguno de los nuevos dirigentes de Compromís devolvió una cinta VHS sin rebobinar, que no sé si será delito ahora con la nueva ley, pero puedo asegurar que en su momento te miraban muy mal. Y creó que Ribó, según he oído o he leído en las redes, en una ocasión repitió postre en una comida y eso es inadmisible. Y luego leo que han detenido a Olivas, ¡es que tenemos una suerte con los presidentes! Total por supuestos delitos de apropiación indebida, blanqueo de capitales, falsedad documental entre otras cosas. Lo dicho, parece que el sol afecta mucho. En esta semana tan movidita me emocioné cuando vi la bandera multicolor colgando del ayuntamiento, no por el gesto en sí, que me llenó de orgullo por mi ciudad, si no por las reacciones de la gente para la que aquello significaba tanto. Ahora comienza la Feria de Julio, esa fiesta inclasificable que lleva años buscando su sentido y que parece que no lo encuentra.

Con mucha programación para personas mayores, poca para jóvenes y casi nula para los de en medio. Al menos viene Rosendo, que también es para personas mayores pero no es lo mismo. Este mes comienza mi exilio laboral a mi pequeño pueblo de 20 habitantes. Pan dos veces por semana. Sin tiendas, sin rebajas. Con moscas, muchas moscas, pero con una brisa fresca por la noche que hace dormir como un bebé. Con dos alcaldes, el saliente y el entrante, compartiendo cervezas y peleando por pagar la cuenta. Igualito que en Valencia.

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