Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

L'ullal

La Feria de Julio, ¿tradición o modernidad?

La Feria de Julio, ¿tradición o modernidad?

La Feria de Julio de Valencia, llamada también Gran Feria de Valencia, tiene su origen en el último tercio del siglo XIX. Su punto de partida son las corridas de toros que se celebraban con motivo de la festividad de Sant Jaume. Cuando finalizaban las corridas, la burguesía valenciana, muy aficionada a los toros, abandonaban la ciudad en busca de lugares más frescos donde pasar el verano como El Cabanyal, Godella o Rocafort. Los comerciantes de la ciudad conscientes de que no les convenía esa diáspora estival, con buen criterio, solicitaron al Ayuntamiento que se organizara una feria anual y una exposición de productos y ganados, coincidiendo con el final la cosecha, a finales de julio. Una feria diseñada para atraer forasteros en una primera anticipación al concepto de ocio entendido como fuente de riqueza, al margen de los actos festivos. La primera Feria se celebró en 1871, en el Paseo de la Alameda, entre el puente del Real y el del Mar. Se organizaron representaciones teatrales, retretas militares, castillos de fuegos artificiales, bailes, conciertos, carreras de caballos, cabalgatas y festejos para todos los gustos. La Feria de Julio se promocionaba en carteles de estilo modernista, traducidos a varios idiomas. Siempre ha sido una fiesta de carácter eminentemente laico.

Unos años más tarde el maestro Salvador Giner organizó el primer Certamen de Bandas que se celebró en la plaza de toros. Pero la fiesta se desarrolló básicamente en el Paseo de la Alameda, el pueblo llano se conformaban con contemplar el espectáculo mientras saboreaban una mazorca de maíz asada o un vaso de horchata, y los más acaudalados lucían sus mejores galas en flamantes landós tirados por hermosos caballos. Ninguna institución con arraigo en la ciudad renunciaba a tener su propio pabellón.

La primera Batalla de Flores, idea del barón de Cortes de Pallás, se celebró en 1881. Aquel año, desfilaron carrozas y carruajes engalanados que daban la vuelta junto a las Torres de los Guardas, las cuales fueron construidas el siglo anterior, cuando en el palacio Real residían los virreyes de Valencia y era necesario disponer de vigilancia. Las mandó construir el Superintendente y Corregidor de Valencia Don Rodrigo Caballero. En la actualidad la Feria de Julio consiste básicamente en conciertos de música en Viveros, corridas de toros y la batalla de flores. Quizá ha llegado ya el momento de revisar sus contenidos para que sea algo más que conciertos, toros y claveles. Los Jardines de Viveros, el Paseo de la Alameda y los tramos colindantes del Jardín del Turia, podrían constituir un magnífico escenario al aire libre que albergara el festival de verano de Valencia. Una gran fiesta popular donde las artes escénicas, la música, el cine, la literatura, la pirotécnica, la gastronomía y la artesanía se dieran cita durante el mes de julio . La nueva corporación tiene la oportunidad de impulsar la Feria de Julio con actividades más actuales e interesantes que llenen de fiesta y cultura la ciudad durante el verano. El éxito estaría asegurado, se trata de aunar tradición y modernidad, he ahí el secreto para la Feria de Julio del siglo XXI.

Compartir el artículo

stats