La Policía Local de Valencia formará sobre delitos patrimoniales a los agentes que normalmente operan en el casco histórico de la ciudad, un problema que sólo en los últimos meses ha afectado a la Lonja, la Puerta de los Hierros o el Jardín del Hospital, y que la Concejalía de Protección Ciudadana, conjuntamente con las asociaciones de vecinos de Ciutat Vella, quiere atajar inmediatamente.
Ayer, precisamente, ambas partes mantuvieron una reunión sobre este asunto y se pactó una primera medida de choque. Según explicó la concejala Sandra Gómez, los especialistas de las entidades culturales y vecinales, entre ellas la Asociación de Vecinos de la Boatella, colaborarán con la Policía Local para formar sobre delitos patrimoniales a los agentes que habitualmente prestan servicio en el centro histórico. Se trata, según la concejala, de darles formación jurídica y también conocimientos sobre los monumentos que están declarados Bien de Interés Cultural (BIC), es decir, las piezas más importantes de la ciudad y las que requieren una mayor seguridad. Y en esa formación podría participar incluso la Dirección General de Cultura, con la que los vecinos tienen previsto reunirse en las próximas semanas.
Aprovechando estos cursos, los agentes también recibirán formación en materia turística. «Se les preparará „dijo la concejala„ para que en un momento determinado puedan atender a los visitantes y darles una orientación».
Si todo funciona bien, la idea de Sandra Gómez es avanzar hacía la constitución de un grupo de la Policía Local especializado en patrimonio y turismo. Por lo pronto, hay acuerdo total para formar a los primeros agentes y las clases podrían comenzar en un mes.
Acuerdo con los vecinos
Para los vecinos, se trata de un paso adelante muy importante. De hecho, acabaron la reunión visiblemente satisfechos, pues según el portavoz de la Asociación de Vecinos de la Boatella, la mezcla de turismo y ocio es explosiva y los problemas con el patrimonio crecen cada día. La Lonja es, a su juicio, uno de los edificios más amenazados, pues está rodeado de locales donde se bebe y se hacía botellón. De hecho, el Ayuntamiento de Valencia ya ha denunciado a un «hostel» que hay en las proximidades, cuyos clientes han llegado, según los vecinos, a trepar los muros del monumento.
