El director general de Comercio de la Generalitat, Natxo Costa, lanzó ayer a las grandes superficies una oferta de hasta catorce festivos de apertura autorizada si estos operadores renuncian a judicializar el cambio que el Ayuntamiento de Valencia pretende acometer sobre las zonas de gran afluencia turística, que gozan de libertad horaria.
El invierno se prevé caliente en el sector del comercio valenciano. Alicante ya ha fulminado el anterior marco jurídico de apertura en domingo. En Valencia, el nuevo equipo de gobierno tiene previsto suprimir las cinco zonas de gran afluencia turística que delimitó el PP y que en el práctica dan libertad horaria a casi todas las grandes superficies y centros comerciales de la ciudad.
Ahora, los gobernantes de Compromís pretenden crear una sola zona, en el entorno de la Lonja de Valencia. La patronal de grandes superficies (Anged) ya ha advertido de que acudirá a los tribunales si se cambia ese marco legal.
En este contexto, tanto la Conselleria de Economía como el ayuntamiento tienen poco margen de maniobra. Los grandes operadores comerciales tienen mucho que perder y recurrirán cualquier cambio. La oferta de Natxo Costa pasa por ceder en sus posiciones (siempre se ha manifestado partidario de reducir al máximo la apertura en festivos, en apoyo del comercio local) y, en lugar de los diez domingos y festivos que como mínimo obliga la ley, llegar hasta catorce. Siempre con el consenso del comercio de cercanía y con la referida renuncia a pleitear sobre los futuros cambios de las zonas de gran afluencia.
Sobre este asunto probablemente se hablará en la reunión del Observatorio del Comercio que mañana se celebra en la Lonja para marcar en el calendario los diez domingos y festivos de apertura permitida. Es solo uno de los múltiples frentes que tiene abierto el sector del comercio a cuenta de los horarios comerciales.
Otro es la resolución del conflicto competencial entre Gobierno y autonomía por el decreto de horarios que elaboró el anterior Consell y que, como ya adelantó este diario, está en vías de solución tras algunas modificaciones. Y como derivada del régimen especial que se vive en Valencia ciudad, los recursos de centros comerciales de Xirivella o Alfafar, que ven una agravio comparativo en el hecho de no poder abrir con la misma libertad que lo hacen los de la capital.
