En julio de 2008, cuando Rita Barberá disfrutaba de una de las mayorías absolutas más placenteras de su longevo mandato, inauguró la piscina municipal de El Palmar. Las instalaciones, construidas aprovechando parte del edificio del antiguo colegio José Grima, contaban con un par de dependencias polivalentes. Se presentaron como un gimnasio, y de hecho aquel día en que la exalcaldesa visitó la pedanía, el espacio estaba repleto de aparatos para realizar deporte. Lo curioso es que, tras el acto, el ayuntamiento se retiraron.
«Los trajeron para hacerse la foto y se los llevaron», asegura la actual alcaldesa pedánea, Raquel Romero, que explica que aquellas dependencias se cerraron y hasta años después no comenzaron a usarse por los usuarios de la Universidad Popular, que las aprovechan para realizar gimnasia, pero tan solo unas pocas horas a la semana. «Hay vecinos que ni siquiera sabían que contábamos con este equipamiento para el pueblo, porque desde entonces apenas se han utilizado», lamenta la responsable municipal.
Tras unas cuantas averiguaciones, Romero explica que ha conseguido las llaves de los locales que, aunque su titularidad es de la Conselleria de Educació, fueron cedidas para su uso a la Fundació Esportiva Municipal. La idea de Romeo es entrevistarse con la concejala de Deportes, Maite Girau, para solicitar nuevos usos para las instalaciones. De hecho ya se las ha ofrecido a los miembros del Club d'Atletisme Samaruc.
Aparatos para ejercicios
«Los miembros del Club Samaruc usaban hasta ahora una parte de las antiguas escuelas, la parte más vieja, donde habían colocado sus aparatos para hacer ejercicios. Llevaban allí unos 13 años y es curioso que a pesar de que disponíamos de estos locales nuevos, nunca se les ofreció. Ni a ellos ni al resto del pueblo», señala Romero. «Cuando se lo comuniqué se quedaron sorprendidos y por supuesto aceptaron encantados el futuro traslado. De hecho, el antiguo local que usaban lo mantenían ellos mismos, ahora dispondrán de un servicio de limpieza que les facilitará su actividad», explica.
Las instalaciones las compartirán con los usuarios de la Universidad Popular, aunque Romero las ofrecerá a todos los vecinos que quieran realizar allí alguna actividad. La alcaldesa también quiere que se vuelvan a usar la parte más antigua de la antigua escuela, que ofrecerá a la falla, al grupo de teatro o la banda municipal.
La rehabilitación y posterior cambio a instalación deportiva del antiguo colegio supuso una inversión de 600.000 ?, de los que 260.000 fueron sufragados por el ayuntamiento y el resto, 340.000, por la Diputación de Valencia. Las piscina tiene 190 m2 y el recinto está compuesto de una pequeña cancha de baloncesto, vestuarios y las dos salas polivalentes. Más tarde se habilitó un campo de fútbito con césped artificial que costó 60.000 ? y una pista de pádel que costó 30.000 euros.
