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Obras

El derribo de la base del Luna Rossa unirá de nuevo el tinglado 2 con la ciudad

Los trabajos en la dársena del puerto comenzaron antes de Navidad y durarán seis semanas - El Consorcio Valencia 2007 ingresará más de 8.000 € en concepto de reciclaje de materiales del edificio

El derribo de la base del Luna Rossa unirá de nuevo el tinglado 2 con la ciudad

La dársena interior del puerto de Valencia continúa con su apertura a la ciudad. Separada de J. J. Dómine por las bases de la Copa del América y los tinglados, esta zona portuaria de la ciudad se abre lentamente al distrito de Camins al Grau con la demolición de las bases de los equipos que intervinieron en la competición de vela más importante del mundo. A la adecuación de las bases de Shosholozza, BMW-Oracle y +39 para ubicar en esa zona los proyectos empresariales de Juan Roig (Lanzadera, la EDEM y Angels), se suma ahora la demolición de la base del Luna Rossa, una de las más grandes y pegada al Tinglado 2 del puerto, que volverá así a estar abierto a los vecinos también en su cara norte, que ahora estaba ocupada por la base.

La actuación costará al Consorcio Valencia 2007 poco más de 150.000 euros. La entidad, además, ingresará más de 8.000 en concepto de reciclaje de los materiales situados en el interior de la base. Los trabajos comenzaron poco antes de Navidad, según explicaron ayer fuentes del propio consorcio y se han reanudado esta misma semana, tras las vacaciones navideñas.

Las obras durarán unas seis semanas aproximadamente, según las mismas fuentes. Ayer se podía ver que la fachada del edificio ya ha perdido buena parte de las placas que la componían.

La eliminación de esta base, situada directamente junto al Tinglado 2, uno de los más degradados del puerto y que es utilizado los fines de semana por los vecinos que pasean o patinan en él, permitirá ampliar el proceso de apertura de la Marina Real Juan Carlos I al vecindario, una reivindicación antigua de los habitantes de esta zona de la ciudad que vieron cómo la Copa del América, en 2007, y el Gran Premio de Europa de Fórmula 1 que se celebró en Valencia entre 2008 y 2012 alejaban la fachada marítima del Grau y el Cabanyal, entre otros barrios marítimos de la ciudad.

Este proceso comenzó en 2013, cuando tras varias peticiones de los hosteleros del Paseo de Neptuno y la cercana calle Eugenia Viñes el consorcio decidió eliminar la valla que separaba la Marina Real Juan Carlos I y la playa del Cabanyal. Se consiguió así que aumentara el flujo de visitantes a la zona norte de la marina, en los alrededores del Veles e Vents, y en la margen izquierda del canal de acceso a la dársena, donde se instalaron varios bares, restaurantes y locales de ocio.

Sin embargo, las bases de la Copa del América, en desuso desde el último desafío disputado en aguas valencianas en 2010, seguían siendo una barrera casi infranqueable. El consorcio comenzó el pasado año un proceso de reciclaje o derribo de estos edificios, concebidos para ser temporales pero a los que la crisis económica perpetuó en la ubicación en que fueron planteados para la Copa del América de 2007.

Los primeros en ser remozados fueron los situados en la zona norte de la Marina Real Juan Carlos I. Se trata de las bases de Shosholozza, +39 y BMW-Oracle, que Juan Roig adquirió y rehabilitó para, en buena medida, ubicar en ellos lo que se conoce como «la Marina de empresas», compuesta por proyectos empresariales como EDEM, la cada vez más prestigiosa escuela de negocios vinculada a la Asociación Valenciana de Empresarios; Lanzadera, la aceleradora de proyectos empresariales emergentes e innovadores; y Angels Capital, la plataforma de inversión en capital semilla y financiación de proyectos en fase inicial.

También se han demolido la base del China Team, el antiguo edificio de televisión y las naves que flanqueaban el Antiguo Varadero el pasado año. La intención es que estos espacios alberguen, en próxima fechas, parques, jardines y zonas de paseo o infantiles que permitan a los vecinos recuperar el espacio público ahora «liberado». Cabe destacar que buena parte del antiguo Valencia Street Circuit sigue lleno de vallas y con indicaciones en el asfalto que complican la circulación por la zona.

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