Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Consell de la Ciutat y no la iglesia instituyó la procesión de la virgen en el siglo XVII

El Consell de la Ciutat y no la iglesia instituyó la procesión de la virgen en el siglo XVII b. b.

El 2 de marzo de 1684, el Consell de la Ciutat, y no la Iglesia, instituyó que todos los años, el segundo domingo de mayo por la tarde, de acuerdo con el Cabildo de la catedral, se celebrase procesión general con la imagen de la Virgen de los Desamparados.

La costosa construcción de la Real Capilla de la Virgen había concluido, en buena parte gracias a «la colaboración de los pueblos de la huerta valenciana para aportar fondos destinados a sufragar las obras de la nueva capilla, especialmente con la cría de gusanos de seda, en proporción asombrosa? y la venta de los capullos de seda al floreciente gremio de velluters engrosó considerablemente las aportaciones a favor del templo de la Virgen», relata el P. Emilio María Aparicio Olmos.

El Consell organizó solemnes fiestas con motivo de la terminación de las prolongadas obras. Como no tenía dinero, decidió obtenerlo gravando con un impuesto especial el aguardiente que se expedía en las tabernas, con lo que logró las 5.000 libras que costaron los festejos. La imagen de la Virgen fue llevada desde su capillita externa de la Catedral a su actual emplazamiento, la Real Capilla. Hubo solemne procesión general, a la que se le dotó de todo el aparato festivo de la procesión del Corpus.

En el cortejo acompañaban a la Virgen los Jurats «y las seis mazas de plata de la Ciudad». Hubo de todo en estas fiestas, también corridas de toros en la plaza del Mercado y un castillo de fuegos artificiales nocturno disparado desde lo alto del Micalet.Estas eran dos costumbres muy arraigadas en las grandes fiestas valencianas.

Los labradores de la huerta tuvieron su protagonismo el segundo día de Pascua de Pentecostés. Llenaron la fachada del nuevo templo de guirnaldas de murta e instalaron una fuente de vino en el centro de la plaza de la Virgen, caldo que junto con pan regalaban a los pobres e hicieron llegar a los presos de las cárceles.

La devoción a la Virgen en su advocación dels Ignoscens e Desamparats fue en aumento entre el pueblo e hizo que el Consell de la Ciutat cada día se implicara más en el sentimiento colectivo de sus súbditos, mostrándose patrocinador y organizador de las fiestas en su honor y de todo aquello que se precisara en relación a ella, como sus procesiones, institucionalizando la solemne procesión celebrada con motivo de la inauguración de su Real Capilla.

Por ello, el 2 de marzo de 1684 los munícipes deliberaron una Proposicio de la proceso en lahor dela Mare de Deu dels Desamparats, hecho que conocemos a través del Manual de Consells de dicho año y fecha.

La propuesta presentada al Pleno del Consell de la Ciutat fue: «Per quant per part de algunes persones virtuoses, se ha presentat a ses Señories, que pareixia molt de la obligacio de esta Ilustre Ciutat el festechar ab totes les demostracions de alegría que es poguesen a la Gloriosa Verge Mare dels Desamparats, honrra y Patrosini de esta Ilustre Ciutat? fent cascun any en lo dia que la Iglesia de esta Ciutat celebra la sua festa, vna Solemne y general proceso, portant en aquella ab vnes andes a Nostra Señora, y asistint los cleros, religions, los Oficis ab ses banderes y estandarts, Chagants, y Enanos, y que es toquen al bol les campanes del Micalet, la vespra y dia de Nostra Señora».

El acuerdo tomado fue: «Deliberacio. En lodit Insigne Consell General oida i entesa la dita proposico, per aclamacio, Delliberay Determina, que prenint acort ab lo Ilustre Capitol es fasa tot lo dessus dit en la damunt dita proposicio».

Compartir el artículo

stats