La asociación de Jubilados y pensionistas de Carpesa, se queda, de momento, sin celebrar la tradicional merienda de verano. El motivo principal es que el Consell Veïnal de Carpesa, organismo creado y compuesto por la representación de todos los grupos políticos «han decidido mediante votación aprobar una ley por unanimidad de no hacer excepciones no cedernos el lugar de la nueva alcaldía como todos los años desde que la llevamos celebrándola allí desde 2006 sin motivo», señalan desde la dirección de la asociación, que está compuesta por un total de 214 mayores.

Desde siempre se ha celebrado esta merienda de fraternidad sin ningún problema. Este año asegura Pedro Manzanares, presidente de la asociación, «se nos ha comunicado y se nos han dado varias opciones que nosotros descartamos». «La primera — argumenta—, es que nos dijeron que la hiciéramos en la antigua alcaldía, pero este año no podemos, ya que ese local solo puede albergar a 60 personas y nosotros superamos ese número». Por otra parte, asegura, «nos dijeron de celebrarla en un restaurante, que ellos pagaban un tanto por ciento, y nosotros el resto cuando contamos con una ayuda de 500 euros». Incluso añaden «nos dijeron que la hiciéramos en la calle; es imposible estar en pleno mes de junio y con la calor con personas mayores en plena vía».

Manzanares argumenta que con ambas alternativas «no estamos de acuerdo». En la primera no cabemos —reitera —y en la segunda, a parte del traslado al restaurante, y el coste no podemos realizar allí nuestra actuaciones y obra de teatro preparadas exclusivamente entre todos para ese día de fraternidad». «No entendemos el motivo de que en anteriores años estuvimos sin problemas y este año la decisión ha sido tajante». La asociación se muestra indignada ante la situación y ha colgado en la pedanía carteles explicativos para los vecinos.

Critican que desconocen los motivos de esta decisión y argumentan que desde la asociación «siempre se ha respetado, no utilizando los locales municipales, alcaldía vieja y nueva para actos que no fueran propios de hacerse en dependencias municipales».

La asociación sostiene que solo hace dos actividades al año «y esta es de la más esperada y participativa; no molestamos a nadie y nosotros mismos nos encargamos de la organización de dicha merienda».

Dignificar la alcaldía

Por su parte, desde el Consell Veïnal se asegura que «para dignificar la alcaldía, se aprobó por unanimidad la resolución por la que se especificaba que los ágapes se hicieran en el edificio de la alcaldía vieja y nunca en la nueva». La capacidad de la alcaldía vieja es como máximo de 100 personas y no caben más de 200 pensionistas.

«La alcaldía, a la vista del problema, buscó soluciones y encontró una. El coste de la merienda en años anteriores fue de entre 7 y 8 euros y en el restaurante Alquería Santa Ana hicieron un presupuesto de 10 euros que consideramos viable. La diferencia de coste iría a cargo de la alcaldía y los pensionistas no han de poner ni un euro de más», aseguraban desde el Consell Veïnal, al tiempo que añadían que la junta directiva de la asociación de pensionistas «rechazó la solución aportada por la alcaldía».