El concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, dio ayer por finiquitado el parque temático „inicialmente parque de atracciones„ proyectado por el anterior gobierno municipal en los terrenos de concesión privada del Parque de Cabecera, actualmente en manos de la empresa Rain Forest, que también gestiona el nuevo zoo (Bioparc). El concejal de Compromís recordó que el parque de atracciones, que requeriría una inversión de más de diez millones de euros, «está paralizado desde hace años por falta de financiación». «Ni hay dinero para hacerlo ni parece lo más adecuado», al tiempo que aseguró que se trata de un proyecto que «hay que replantear». Así lo explicó el concejal en respuesta a las preguntas sobre el destino incierto de la alquería del Rei, tras la visita realizada a varios edificios incluidos en el plan de alquerías del gobierno de la Nau. La alquería del Rei, un edificio de origen medieval catalogado como Bien de Relevancia Local, está incluida en el ámbito de concesión privada del Parque de Cabecera. Inicialmente se iba a destinar junto con otras edificaciones anexas a restaurantes del parque de atracciones. Sin embargo, el proyecto no se ha llevado a cabo.

Campillo se sumó ayer a la postura de sus socios de gobierno, en concreto, del socialista, Vicent Sarrià, quien antes en la oposición y ahora en el gobierno ha abogado por negociar el rescate de los terrenos abandonados y sin uso en manos de Rain Forest ubicados en un punto estratégico.

El concejal de Gobierno Interior y Devesa apuntó ayer que el parque de atracciones «no encaja» en la nueva estrategia del gobierno tripartito para el entorno de la huerta de Dalt de Campanar. El Parque de Cabecera se construyó sobre la huerta de Campanar, una de las más ricas en alquerías, algunas de las cuales como la del Rei y dels Frares se han mantenido aunque no sea en buenas condiciones. Sergi Campillo destacó que la misma alquería del Rei «fue expropiada cuando todavía había gente viviendo en ella». «Es una alquería muy importante, donde vivía gente, que fue expropiada para no hacer nada». «Expropiar para degradar me parece sangrante», recalcó el concejal quien apuntó que la rehabilitación de esta alquería correspondía a Rain Forest como concesionaria, una obligación que ha incumplido.

Sergi Campillo, Vicent Sarrià y el propio Joan Ribó, cuando todavía estaba en la oposición, han abogado por reorientar la concesión del Parque de Cabecera. Ribó propuso en su día impulsar un camping urbano vinculado a la producción agrícola y al agroturismo en la partida de Dalt. La propuesta de Ribó preveía para la parcela sin uso del parque de atracciones un camping urbano de titularidad municipal con capacidad para 120 tiendas y 68 caravanas.

El Ayuntamiento de Valencia adjudicó en noviembre de 2001 a Rain Forest una parcela de 130.000 m2 para construir y explotar durante 50 años un nuevo zoo, un parque de atracciones y un aparcamiento de mil plazas. Rain Forest presentó en 2004 un proyecto básico para el parque de atracciones reconvirtiéndolo en una especie de parque acuático. En noviembre de 2005, el proyecto dio un giro hacia un parque temático ambientado en China. En julio de 2006 Rain Forest anunció que instalaría en los terrenos sin uso una noria gigante. Ninguna propuesta ha cuajado, como tampoco la de un campo de golf, un centro ecuestre o el camping de Ribó.