Las obras del anillo ciclista se extendieron ayer a la calle Guillem de Castro tras iniciarse el pasado lunes en la plaza Tetuán. Los habituales usuarios de la ronda interior ya pueden comprobar qué efectos tendrá sobre el tráfico la futura infraestructura para las bicicletas, aunque los trabajos que realiza la contrata Pavasal se van a desarrollar por tramos para facilitar el flujo de vehículos. Las obras en la plaza Tetuán y Guillem de Castro están teniendo una incidencia relativamente baja en el tráfico de la ronda interior, ya que la estrategia diseñada por la Regidoria de Mobilitat Sostenible es la de dosificar los trabajos para que los conductores vayan habituándose a la pérdida de un carril para el tránsito, que pasará de uso para los ciclistas.

La contrata rebajó la ejecución de las obras de cinco a tres meses y medio, por lo que para mediados de febrero el anillo ciclista debe estar completado. Con todo, durante dos semanas los trabajos se detendrán por completo para no perjudicar a los comercios durante la campaña de Navidad. Tal y como solicitaron los comerciantes de la calle Colón, Mobilitat Sostenible comenzará las obras de este tramo pasadas las fiestas.

El concejal de Mobilitat Sostenible, Giuseppe Grezzi, reconoce que las obras del anillo ciclista van a poner a prueba el cambio del paradigma de la movilidad en la ciudad. «Es cierto que es la primera gran obra del carril bici en una de las vías importantes de la ciudad; un anillo ciclista que además de dotar de una nueva infraestructura a los ciclistas, también inicia la transformación de la movilidad. Con esto aspiramos a pacificar el tráfico de la ronda interior y que deje de ser una vía de gran capacidad, porque esa función ya la cumplen otras avenidas importantes», explica el regidor de Compromís.

Lo cierto es que los conductores van a tener que habituarse durante casi cuatro meses a unas obras que en ocasiones ocuparán dos carriles por necesidades de la maquinaria usada, como por ejemplo en Guillem de Castro. La afección será de solo un carril cuando esté terminado el anillo ciclista. Ayer, por ejemplo, los mayores problemas de tráfico se concentraban donde siempre los hay, en la calle Colón o en Guillem de Castro con la calle Jesús, mientras que en los tramos en obras la circulación era fluida.

El primer tramo iniciado es el de Tetuán, que comprende desde la marginal derecha del antiguo cauce, a la altura del Puente de Real, hasta la calle de la Paz. Se estima que las obras hagan uso de dos carriles de la circulación. Se han trasladado provisionalmente las paradas de la EMT situadas al Centro Cultural de Bancaja. Por cierto, los trabajos incluyen la construcción del futuro intercambiador para el autobús público. Este tramo del anillo ciclista estará terminado antes del 23 de diciembre, y ya quedará abierto al uso de la ciudadanía.

En la calle Guillem de Castro las obras discurre en dirección hacia el Jardí del Túria donde conectará con el carril bici del Pont de les Arts y su futura continuación por la marginal derecha del antiguo cauce. A la altura de la calle Hospital, y en el tramo que va hasta la calle San Pedro Pascual, el carril de estacionamiento para vehículos pasa a acoger el carril bici y nuevas plazas de estacionamiento en cordón para motocicletas. Se creará también un nuevo paso de peatones en la calle Gandia y en Padre Manjón, y que el paso de peatones de Àngel Guimerà se desplazará para dar espacio al carril bici.

Este segundo tramo del anillo ciclista se estima que esté listo y operativo para las Navidades.Debido a los trabajos se permitirá que se pueda circular vehículos privados por el carril EMT.