«Me parece una idea fantástica». Con estas palabras saludó ayer la concejala de Desarrollo Económico y Turismo, Sandra Gómez, la posibilidad de que el Museo Fallero de la ciudad, ahora situado en Monteolivete, se traslade a la sede de Correos de la Plaza del Ayuntamiento. Es más, cree que no debe haber problemas para que el Estado ceda la titularidad del edificio, pues hasta ahora el compromiso del Gobierno con la fiesta ha sido total, máxime después de la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.

En la actualidad, el equipo de Gobierno tiene en mente ampliar el Museo Fallero de Monteolivete para introducir todos los apartados de la fiesta incluidos en el expediente de la Unesco, tales como indumentaria, pirotecnia, literatura, música, etc. En concreto, proponen quitar de allí la Junta Central Fallera (JCF) para darle todo el edificio al museo, construyendo uno nuevo para la propia junta, opción que ya barajaba también el anterior equipo de gobierno del PP.

Pero hay otras voces que creen que el edificio de Monteolivete, antigua cárcel, no es el lugar más adecuado y además hay consenso acerca de la necesidad de buscar un lugar, de nueva construcción o ya construido, capaz de albergar una falla completa, es decir, tener un espacio de 30 metros de altura.

Edificio singular

Y en esa terna de posibilidades ha surgido con fuerza el edificio de Correos de la Plaza del Ayuntamiento, que está reduciendo sus usos actuales y es uno de los más importantes, vistosos, céntricos y amplios para cumplir esa otra función.

Ayer, la concejala de Desarrollo Económico, Sandra Gómez, que por ser la responsable de Turismo es una voz autorizada en este proyecto eminentemente turístico, aseguró que la idea es «muy buena». «Es una idea fantástica desde el punto de vista del turismo, porque la Plaza del Ayuntamiento es un punto de referencia para cualquier turista que viene a la ciudad», dijo Gómez, que recordó que ahora se encuentra en Monteolivete, «un punto más alejado del centro y tampoco metido en la Ciudad de las Artes y las Ciencias».

Gómez está convencida de que este proyecto les ayudaría a «desestacionalizar el producto de fallas y ofertar algo durante todo el año», una cuestión que cuenta con el consenso general de las fallas y de los grupos políticos.

Cesión del Gobierno

Y respecto a la titularidad del edificio, ahora en manos del gobierno central, no cree que hubiera problemas. Es más, cree que «si todas las administraciones nos estamos comprometiendo a potenciar las Fallas a raíz del reconocimiento de la Unesco, el estado debe comprometerse de alguna forma con nosotros dándonos ese edificio. «Al final, ellos también se tienen que comprometer con algo», subrayó.

Por último, Sandra Gómez anunció su idea de ocupar todos los bajos del Ayuntamiento de Valencia con una gran Oficina de Turismo, lo que dinamizaría también la actividad del futuro museo, pues bastaría con cruzar la plaza para estar en uno de los mayores referentes festivos y turísticos de la ciudad.