El efecto del viento produjo el desplazamiento y volcado de alrededor de 100 contenedores de residuos urbanos y de recogida selectiva solamente a lo largo de la tarde y la noche del jueves, estampa que se repitió a lo largo de todo el día de ayer, donde no cesó de llover y soplar un fuerte viento racheado. Según los datos de pluviometría del Servicio Municipal del Ciclo Integral del Agua, la precipitación media acumulada desde las 8 horas del jueves hasta las 10.30 de la mañana de ayer ha sido de 72,30 litros por metro cuadrado, lo que implica que la red de colectores municipales ha transportado un total de 3.253,5 millones de litros de aguas de lluvia.

Ante las intensas lluvias, la Central Operativa de Saneamiento tuvo que dar paso a la posición «Lluvia» de 10 compuertas de derivación de caudales de acequias y colectores secundarios, por lo que el agua se derivó hacia colectores primarios de gran capacidad de evacuación. Durante la noche y primeras horas de la mañana no se detectaron inundaciones en la ciudad, «solo charcos debidos a la gran acumulación de hojarasca que impide el correcto drenaje de los sistemas de captación de agua pluvial».

En cuanto a la actuación de los Bomberos, sólo en la noche de ayer sofocaron seis incendios, realizaron 80 salvamentos y una inspección. Las acumulaciones de agua fueron otro de los servicios más atendidos, como en la calle Ramón Llull, donde se intervino por un embalse de agua, al igual que en la Carretera de Alba, que tuvo que ser cortada al estar intransitable. En cuanto a la afección al arbolado de la ciudad, en total se han perdido 38 árboles durante el temporal, y el viento y la lluvia han obligado a cerrar al público todos los jardines de la ciudad, que permanecían cerrados ayer. El efecto del viento ha producido también el desplazamiento y volcado de alrededor de 100 contenedores de residuos urbanos y de recogida selectiva solamente a lo largo de la tarde y la noche del jueves al viernes.