El número 1 de València en Comú y portavoz municipal, Jordi Peris, rompió ayer su silencio sobre el terremoto interno que está viviendo la plataforma ciudadana, en el que las luchas de poder están eclipsando por completo el proyecto político y amenazan con hacerlo saltar por los aires. Ante la propuesta de un grupo de simpatizantes de disolver el partido e integrarlo en Podemos „opción que respalda el edil Berto Jaramillo„, Peris afirma que nadie «debe rasgarse las vestiduras ni pensar en términos de traición». «Es una opción a considerar, perfectamente legítima, que viene avalada por algunas de las personas que más han creído en este proyecto y que más han trabajado por hacerlo realidad», recuerda el concejal del Ayuntamiento de Valencia.

Pero Jordi Peris defiende que deberá ser la próxima asamblea reconstituyente de València en Comú, «y el propio Podemos» a través de sus mecanismos democráticos, «quienes decidan la naturaleza del nuevo marco de trabajo».

El concejal de Participación Ciudadana habla abiertamente de «una profunda crisis» en el seno de la plataforma, que se ha convertido «en un campo de batalla en el que todo el debate gira en torno al reparto interno de poder», lamenta. Peris radiografía el cáncer que está destruyendo el proyecto político que representa: «Pertenecer a la vez a dos o tres formaciones políticas distintas (EUPV, Podemos€), y dentro de ellas a una corriente u otra, no está sumando, sino favoreciendo el enfrentamiento por una cuota de poder. Muchas veces quienes dicen hablar en nombre de València en Comú no lo están haciendo en realidad, son sus intereses en otros partidos los que hablan». «Por eso „sostiene„ las mayorías no son tales, sino desembarcos de personas que votan siguiendo consignas», denuncia Peris en referencia a las últimas asambleas.

Peris, que remarca su condición de independiente „ya que no está afiliado a ningún partido„, también pide una reflexión profunda a todos los integrantes de la plataforma para que dejen de lado la batalla campal y se garantice el proyecto político que les encomendaron los ciudadanos. «Sea cual sea la forma organizativa que se refrende en la asamblea de febrero, lo fundamental es que ésta refuerce su compromiso con los dos documentos que guían el trabajo del grupo municipal. En primer lugar, el programa electoral con el que nos presentamos a las elecciones. En segundo lugar, el acuerdo de La Nau con Compromís y el PSPV que delimita la acción del gobierno municipal. Lo imprescindible es dar continuidad al proyecto político de cambio y garantizar la estabilidad del gobierno de la ciudad», advierte.