Cuando salga este artículo publicado la sociedad decana del excursionismo en la Comunidad Valenciana estará a punto de abandonar su sede social tras tener que solicitar al juzgado la liquidación definitiva del concurso de acreedores. En los medios de comunicación han salido noticias sobre la compra del edificio que desde hace 20 años el CEV había sido su propietario y que tras un embargo es ahora propiedad de Bankia. No pretendo extenderme en los problemas que arrastraba el CEV desde hace más de 10 años, unos fruto de la crisis económica, otros derivados de su propia gestión y los más importantes a mi juicio derivados de la falta de apoyo institucional en los últimos 4 años en caída libre hasta hoy , sin haber recibido ninguna subvención por prestación de servicios a la sociedad como venía haciendo con el Ayuntamiento de Valencia y con diferentes Consellerias de la Generalitat , que ayudaban apagar el elevado IBI del local y a reducir la deuda con el préstamo hipotecario.

El CEV había llegado a un acuerdo con todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Valencia (tanto antes de las últimas elecciones como tras la llegada a la alcaldía del nuevo Gobierno), y esto había sido objeto de reuniones discretas por parte de mi hermano el Presidente del CEV que falleció de forma súbita a finales de octubre de 2016. Yo mismo fui testigo de algunas de estas reuniones y conversaciones que fueron publicadas en los medios locales. Pero tras el fallecimiento del presidente del CEV parece que todos los grupos políticos se han olvidado de sus compromisos y acuerdos, y lo que nos llega extraoficialmente es que el Ayuntamiento pese a recalificar el suelo como dotacional público para albergar una Biblioteca o Centro Cultural, ya no va a optar a la compra a Bankia. Aunque esto no acaba aquí, ya que pese a que la operación tenia lógica y revertía en la ciudad y no en un banco para especular, tampoco la corporación municipal ha sido capaz tras 3 años de gestiones de ofrecer un local publico con un alquiler social a una asociación que recibido hace 25 años la medalla de oro de la Ciudad . Tambien se le pidió al nuevo gobierno local que restituyera el Convenio que mantenía con el anterior equipo municipal que no era una ayuda a fondo perdido sino una prestación de servicios de actividades de tiempo libre y deportes en la naturaleza a los habitantes de la ciudad. Y este Convenio que tantas satisfacciones dió a la ciudad y ayudó a paliar las deudas vió como no se renovaba en 2013 hasta ahora, y que el nuevo gobierno se comprometió a la renovación a partir de 2016, a sabiendas que era muy importante su aportación para el Plan de Viabilidad que se aceptó el en juzgado en el proceso concursal.

Tras el fallecimiento del presidente y el anuncio por parte del Juzgado de desalojar la sede social el 28 de febrero, los socios del CEV hemos visto como se ha pasado de apoyar y reconocer a la entidad como un referente del excursionismo deportivo ( medalla Oro de la Generalitat), cultural y ambiental ( medalla del Voluntariado GV) a no atender sus demandas y ofrecer algún tipo de apoyo a una asociación que en sus 70 años de existencia a dado cobijo en sus locales a multitud de ONG y pequeñas asociaciones. Muy pocos políticos se han acercado al CEV a preguntar y saber de la situación crítica de la entidad, aunque en otros tiempos el CEV fue un referente cultural (Premios Cavanilles, Artistes per la Natura), educativo (Escuela de formación de deportes, animación juvenil y educación ambiental) y ambiental ( Campañas de voluntariado ambiental desde 1993 hasta 2016, presencia en CAPMA, juntas rectoras parques, premios medio ambiente con el apoyo del pintor Michavila€). Por no decir de los hitos deportivos que el CEV ha ido acumulando gracias al esfuerzo colectivo de generaciones de deportistas valencianos(, Groenlandia 70, Everest 91, Expediciones internacionales espeleológicas, ascensiones a los primeros 8.000 valencianos,etc..) o la creación de refugios-escuela en la Calderona, Alto Turia y Peñagolosa , equipamientos de zonas de escalada, topografía de cuevas, estudios científicos y los trabajos de marcaje con voluntarios del sendero europeo de Gran Recorrido GR10 y del GR7 en la provincia de Valencia , actuales ejes vertebradores del senderismo en nuestra tierra. Es muy difícil resumir el esfuerzo colectivo de tantos valencianos que han aprendido a estimar nuestras montañas y los parques gracias a la tarea formativa y educativa con niños, jóvenes, familias y adultos, pero lo que si evidencia es que la pérdida de esta parte del tejido asociativo valenciano, es un hecho que atañe no solo a los socios de la entidad sino que perjudica a la salud deportiva, cultural y ambiental de la ciudad que pierde uno de sus buques insignias de los que años atrás hacían gala la clase política de acercarse a la Entidad. Y es que por desgracia hemos llegado a un momento en el que ya no es posible evitar la disolución de la entidad, y en la Asamblea de diciembre se tuvo que anunciar a los socios que el CEV desaparecería sin poder encontrar el apoyo esperado por parte de las instituciones valencianas para remontar la situación y seguir con su labor social como entidad de utilidad pública que alberga un importante archivo histórico del excursionismo. Esta situación me recordó una conferencia que impartí hace dos años en el Centre Excursionista de Catalunya donde tambien esta decana entidad medalla de la UNESCO al merito cultural adolecía de problemas similares a los del CEV. La diferencia sustancial es que la clase política catalana se puso de acuerdo por ayudar al CEC a salir de esa situación y evidentemente a realizar ajustes y cambiar el modelo de gestión. No sé si los clase política valenciana ha estado a la altura de las circunstancia salvo honradas y muy puntuales excepciones, porque Valencia y la Comunidad debían haber ayudado a esta asociación que ha marcado una senda a los ciudadanos donde la sostenibilidad, la estima por el territorio y la lengua y la solidaridad ha sido su guía durante más de 70 años. Ahora los socios dejarán su sede, una más de los 15 locales que ha tenido para resurgir de entre las cenizas y crear una nueva Sociedad Excursionista que espera mirar hacia el futuro para olvidar estos últimos años de abandono y falta de sensibilidad por parte de aquellos que gestionan nuestra Comunidad y ciudad. Y esta sociedad tendrá como referente los valores sociales, deportivos y culturales de la Colla Excursionista el Sol que ahora hace casi un siglo fue el germen del CEV y el referente asociativo del excursionismo valenciano.