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Los contrastes de la ciudad

Tapar la vergüenza con mayor y menor acierto

La reciente intervención de Igualtat en el muro del solar de Jesuitas dignifica la zona de la Petxina, pero la de Fernando El Católico sigue igual

Tapar la vergüenza con mayor y menor acierto

El eternizado proceso para que el solar de Jesuitas se destine a la merecida ampliación del Jardí Botànic de València ha convertido sus muros en fieles cronistas de lo que ha venido sucediendo en la ciudad en los últimos años. En él se han pintado, con mayor o menor gusto estético, mensajes de todo tipo (políticos, pacifistas, ecologistas...), pero también se han visto salpicados por grafitis sin ningún tipo de fundamento ni intención. Unos y otros han servido para tapar las vergüenzas de un solar que pone de manifiesto la lentitud de la administración en dignificar una de las fachadas al viejo cauce más emblemáticas.

A la espera de que la parcela de 4.053 metros cuadrados que recae sobre la avenida Fernando El Católico y el Paseo de la Petxina se destine a lo que debería ser, un tramo más del Jardí Botànic y una nueva zona verde para la ciudad, la concejalía de Igualtat tuvo la buena idea de ceder los aproximadamente 90 metros de muro que dan al viejo cauce como espacio de creación para artistas urbanos. Un lugar en el que se han desarrollado 18 proyectos para transmitir el empoderamiento de la mujer, coincidiendo con la reciente celebración del Dia de la Dona. El paseo para conocer estos trabajos no solo educa en la necesidad de avanzar en la igualdad real, sino que dignifica el espacio. De hecho, la intención es que la obra de los diferentes artistas perdure hasta que el solar se convierta en lo que debe ser.

La contradicción, sin embargo, es doble. No solo por lo que tapan los muros (años y años de lentitud administrativa sin resolver el uso del solar), sino porque se intervino en la zona de la Petxina, pero en la de Fernando El Católico la imagen es pésima. Sobre las paredes de la parcela, grafitis sin sentido ni criterio estético se combinan con un intento de zona verde descuidada, sin continuidad ni argumento. Un despropósito.

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