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La ZAL se perfila para albergar un recinto fijo de festivales de música

La Zona de Actividades Logísticas cuenta con una bolsa de suelo de uso dotacional, próxima a la Punta, susceptible de acoger este espacio

La ZAL se perfila para albergar un recinto fijo de festivales de música

La ciudad de València podría contar en breve con un recinto adaptado y de carácter permanente para la celebración de festivales de música en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto. Se trata de un uso posible dentro de una parcela ubicada en el extremo sur y reservada a dotación pública en la zona logística, construida sobre la huerta de la Punta y aún sin comercializar. La intención sería construir un recinto de unos 40.000 metros cuadrados, donde se instalarían todos los servicios necesarios, desde aseos a tornos de control de acceso, para la organización de festivales y conciertos, y que se gestionaría en régimen de concesión.

El planeamiento de la ZAL está anulado parcialmente por una sentencia judicial al tramitarse sin el informe de Costas. El puerto de València, la Generalitat y el ayuntamiento están negociando el nuevo planeamiento, que está previsto aprobar en breve, y que incluirá medidas de integración paisajística, así como la delimitación de usos, entre los que podría tener cabida un nuevo recinto para festivales.

El emplazamiento del recinto para festivales en la ZAL no es el único y se han barajado otras opciones como el PAI del Grao, si bien la zona logística es la más idónea dada su lejanía de las zonas habitadas, lo que evitará los problemas de ruido y otras molestias a los vecinos.

Además de la ZAL y el Grao, el Consorcio Valencia 2007 también ha barajado la posibilidad de crear un recinto para festivales de música en la marina sur. La instalación de hecho se ha incluido en la nueva estrategia impulsada por el actual director general del citado organismo, Vicent Llorens.

Un espacio en todo caso en el que no tendrían cabida celebraciones como las fiestas universitarias que en los últimos años han acabado convirtiéndose en macrobotellones. Tal como ha informó ayer Levante-EMV, el Consorcio ha cerrado la puerta a este tipo de eventos rechazando cuatro solicitudes de reserva de la marina sur planteadas por la empresa Sagarmanta para los próximos 12 meses.

La previsión del Consorcio Valencia 2007 era sacar a concesión un espacio para festivales en la marina sur con una duración limitada, posiblemente dos años, para probar si un recinto de estas características se afianza en la ciudad. Un tipo de recinto que ahora podría llevarse a la ZAL. La empresa adjudicataria se encargaría del montaje de las gradas, el vallado del perímetro, la sonorización, la instalación de váteres, los sistemas de acceso y demás servicios creando una infraestructura fija que permita abaratar costes a la hora de promover este tipo de festivales.

La idea de generar espacios fijos para la celebración de conciertos que ofrezcan seguridad jurídica a los promotores de eventos musicales está en línea con el impulso por parte de la Generalitat a «Terra Musix». Esta es la marca paraguas presentada hace unos meses con el objetivo de posicionar a la Comunitat Valenciana como destino de este tipo de eventos musicales, capaces de atraer a miles de personas y entre los que destacan el FIB, el Rototom Sunplash o el Low Festival. Estos festivales se han convertido en reclamo turístico en muchas ciudades suponiendo una importante fuente de ingresos.

La creación de una zona para conciertos en València cogió fuerza tras la suspensión el pasado verano del festival de Marenostrum por parte del Ayuntamiento de Alboraia por su afección al paraje «dels Peixets». El festival acabó celebrándose en la Marina Sur.

Los macrofestivales de música requieren grandes espacios alejados de los núcleos urbanos para no generar molestias y ruido y suelen toparse con las restricciones de la normativa urbanística para los suelos no urbanizables por lo que su impulso exigiría además un cambio de normativa. El Marenostrum y también el Arenal Sound de Burriana, dos de los macroeventos musicales más importantes del verano, se han encontrado con esas trabas burocráticas por parte de unas administraciones ahora gobernadas por el PSPV y Compromís.

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