Si la calidad humana y la relevancia social de una persona se mide por la cantidad de gente que le acompaña en su último adiós, la de Jesús Barrachina era, sin lugar a dudas, muy grande en ambos sentidos. Ayer, sencillamente, no había espacio suficiente en la capilla del Tanatorio de València, ni palabras lo bastante emotivas para englobar la figura de este valenciano que fallecía el pasado viernes y que dejaba atrás a una gran cantidad de seres queridos entre familiares, excompañeros de sus múltiples negocios y amigos. Aunque, en no pocos casos, unos se confundían con los otros. Sí, porque como destacaba uno de sus mayores socios, y gran amigo, Jesús Saiz: «Era un hombre muy relevante en el mundo del fútbol, de las fallas, de la política, pero su gran valía era humana. Él prestaba atención a todo el mundo menos, tal vez, a él mismo, y por desgracia se ha visto el resultado», lamentaba.

A su último adiós, que tuvo lugar a las 15.30 horas, asistieron todo tipo de personalidades, desde empresariales como los hermanos Fernando y Juan Roig, hasta políticos como el presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Pedro Agramunt, o el concejal del Partido Popular en València, Eusebio Monzó. Pasando, lógicamente por los más altos representantes del mundo fallero, como el presidente de la Federación de Especial, Rafael Ferraro, o varios presidentes de comiones falleras como Rafa Mengó, o artistas falleros como el joven David Moreno, que plantó para Barrachina en varias ocasiones cuando este presidía Convento Jerusalén, de la que era presidente de honor.

El valencianismo, de luto

Otra de sus pasiones, además de las fallas, de la hostelería y de la política, era el fútbol y, en concreto, el Valencia CF. Fue consejero bajo el mandato de diversos presidentes y varios de ellos, como Jaume Ortí, Manuel Llorente o Bautista Soler no quisieron faltar a su despedida oficial. También estuvieron presentes, cómo no, integrantes de la directiva actual como la consejera Auxiliadora Borja, así como exjugadores como Baraja, Arias o Tendillo.