La Basílica de la Virgen de los Desamparados volvió ayer a la normalidad tras finalizar los trabajos de reparación de la puerta de bronce, su entrada principal, que se desmembró el domingo de la semana pasada en los momentos previos al Traslado de la imagen durante los actos de su fiesta mayor. También ha llevado a cabo la demolición del tabique que había separado la zona donde se desarrollaban los trabajos del resto del templo, tratando de dar a éste una imagen de normalidad.

Las obras, de esta forma, finalizan con tiempo suficiente para que el Besamanos general, que tendrá lugar mañana, pueda realizarse sin problemas. De hecho, los oficios ya se han realizado sin problemas, aunque las huellas de lo sucedido eran patentes: en ambas puertas se han colocado nuevas bisagras con unos remaches que saltan a la vista, algo que no pasaba desapercibido a la feligresía, que todavía ayer contemplaban esos nuevos arreglos. Y es en las dos puertas porque hay que recordar que, si bien la puerta que se desplazó fue la de la derecha, ésta también sacó de sus bisagras la de la izquierda al precipitarse sobre ella. Ayer, la puerta ya era un lugar de oración e incluso había fieles que se apoyaban sobre ella para asistir a los oficios. Desde la calle también se pueden escuchar también las misas a través de la mirilla.

También ayer se supo que las obras correrá por cuenta de la Fundación Hortensia Herrero. La intervención, llevada a cabo por operarios de una empresa especializada en cerraduras de grandes dimensiones, ha permitido no sólo arreglar sino también reforzar las bisagras y la estructura de la puerta.

También restauraron la imagen

La Fundación Hortensia Herrero ya restauró hace tres años la imagen de la Virgen de los Desamparados y su camarín, lo que ha animado más si cabe a su presidenta, Hortensia Herrero, a dar el paso para ayudar en la reparación de a puerta: «Cuando vi la noticia y las imágenes me quedé realmente impresionada. Después del trabajo que habíamos hecho allí, pensé al momento que la Fundación tenía que colaborar en lo que pudiera para que este templo, que es muy especial para todos los valencianos, estuviera cuanto antes reparado. Es una satisfacción que pueda estar ya en perfecto estado para el Besamanos» explicó Hortensia Herrero. Once mil euros es el montante de la restauración.

El Besamanos no supondrá problema alguno de orden público, puesto que se desarrollará por riguroso orden de llegada mediante vallas, de la misma manera que la entrada a la «Descoberta» se hizo de forma ordenada y no a la carrera.

Hay que recordar que el Arzobispado ha anunciado que, de cara a los festejos patronales del próximo año se preparará un protocolo que persigue evitar las aperturas de puertas y la entrada a la carrera de los feligreses, algo que, aunque se considera una «tradición», ha demostrado tener sus riesgos, tanto en años anteriores -con la caída al suelo de personas- como en éste, con la rotura de la puerta que, milagrosamente, se empotró sobre la otra y no cayó al suelo, algo que podría provocar una tragedia.