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Las religiosas: «Queremos que los ancianos tengan unas habitaciones lo más dignas posible»

La normativa exige habitaciones dobles o individuales de 16 m2 y con baño propio y adaptado

El complejo religioso y gerontológico que las Hermanas de los Ancianos Desamparados gestionan en la plaza de Santa Mónica es el cuartel general de la congregación a nivel mundial. En esta ciudad dentro de la ciudad se cuidan ancianos pero también se forman las novicias, muchas de ellas sudamericanas. El complejo tiene su propia iglesia, cocinas, consultorio médico,enfermería, lavanderia y talleres. El trasiego de furgonetas con alimentos y ropa es constante. La crisis no se ha notado en la donación de alimentos, apuntan las religiosas. «Tenemos muchos benefactores». Y también una red de intercambio entre sus distintas casas para sacar el máximo partido a las donaciones. «Si nos llega un camión de melones o de productos de limpieza, los repartimos entre todas las casas», apuntan.

El recinto tiene incluso un museo, con piezas de gran valor, como un cristo de marfil y objetos de liturgia de plata y oro, indumentaria así como documentos históricos de la fundación, recetarios y mobiliario que las religiosas han custodiado durante más de un siglo y que se salvaron de la Guerra Civil.

La residencia, cuyo primer emplazamiento fue la plaza de la Almoina, fue construida en 1911 y ocupa una superficie de 22.154 metros cuadrados, la mitad de los cuales son jardín y el resto edificaciones, el 50% destinado a los ancianos y el otro 50% a las celdas y espacios de las monjas. El edificio necesita ganar 4.400 metros cuadrados para que sus habitaciones cumplan los parámetros que exige la Conselleria de Bienestar Social. El proyecto de ampliación y la reforma prevé convertir las habitaciones actuales, con tres y hasta cuatro camas en un mismo espacio, en habitaciones dobles o individuales con baños adaptados, televisión y sistemas de telellamada. «Queremos tener unas habitaciones lo más dignas posible», subrayan las religiosas, que solo han podido llevar a cabo reformas puntuales en algunas zonas de la residencia, donde se han renovado nueve habitaciones.

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