El arquitecto valenciano José Luis Díez Muñoz, que recientemente ha sacado a la luz un plano impreso de Tosca inédito que se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia, ha localizado otro ejemplar de similares características en València. El análisis publicado por Levante-EMV el pasado mes de junio parece que ha suscitado la «búsqueda» de planos impresos de Tosca, tal como relata Díez. «Al menos ha provocado que particulares o entidades poseedoras de algún ejemplar, hayan tenido la curiosidad de comprobar si el suyo, pertenece a este selecto grupo, con la variante de las 104 entradas en su leyenda», explica el arquitecto. «En este nuevo caso, un particular, tras comprobar las características diferenciales detalladas en el artículo mencionado, se puso en contacto conmigo, haciéndome saber que seguramente estaba en posesión de un ejemplar de esa índole», argumenta.
La curiosidad profesional llevó al arquitecto valenciano a comprobar por sí mismo la veracidad de los hechos. Al examinar in situ el plano en cuestión, pudo comprobar «cómo efectivamente se trata de un ejemplar salido del mismo estado de planchas que el de París». «No desde la óptica de un exper-to en documentos antiguos, pero sí como investigador de este plano en cuestión, puedo decir, que el ejemplar en concreto, se encuentra con las cuatro hojas montadas sobre tela y enmarcado con bastidor, marco y cristal», comenta.
«Su estado aparente no es demasiado bueno, ya que, aparte de la suciedad del tiempo, se aprecian agrietamientos en el papel, alguna zona perdida -quizás por acción del fuego-, así como intentos de rehabilitación puntual poco acertados, aunque en general, he de decir, que su aspecto no deja de impresionar, sabiendo que se trata de un plano salido del tórculo hace casi 300 años», incide.
Herencia familiar
El propietario, señala el arquitecto, prefiere de momento permanecer en el anonimato, aunque el ejemplar en cuestión se halla en València. «Su origen se remonta a tres generaciones familiares, habiendo pasado sucesivamente de padres a hijos», recuerda. La intención más inmediata por parte de la propiedad sería la de promover su restauración por expertos, aunque se es consciente del alto cose de esta operación, según explica Díez.
«En cualquier caso, lo que resulta indudable, es que el plano impreso de Tosca de la Biblioteca Nacional de Francia, como cabría esperar, no es único en su especie, y que seguramente algún otro particular o institución es posible que cuente, sin saberlo, con otro ejemplar de esta índole», remarca Díez.
