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Patrimonio arbóreo

Los otros monumentos de los cementerios

El cementerio general cuenta con un conjunto de palmeras cercanas a los 100 años - Los ejemplares están señalados con pequeños carteles

Los otros monumentos de los cementerios

Los cementerios de València y su entorno son, como en otras capitales, espacios que guardan mucho más que los recuerdos de vidas pasadas. En muchos sitios son reclamos turísticos por sus ejercicios escultóricos en las lápidas y tumbas , las personalidades que allí fueron enterradas o por ese ambiente romántico de silencio infinito.

En València también se dio ese paso hace tiempo con diversas rutas que pueden hacerse en el Cementerio General para conocer su historia y aquellas personas que dejaron huella en la vida de la ciudad. Sin embargo, hay otros monumentos desconocidos que habitan en los camposantos de la ciudad o sus entornos y que llevan décadas acompañando historias humanas y horas de silencio de familiares que acuden a recordar a los suyos.

Son los árboles y palmeras monumentales que viven en ellos y que suman juntos más de 790 años de vida. Se trata de palmeras, eucaliptos y cipreses centenarios que pueden localizarse tanto en el cementerio general como en el del barrio del Cabanyal-Canyamelar.

Muchos se habrán fijado al recorrer sus instalaciones estos monumentos vegetales, pero quizá no sabían que están protegidos y que llevan décadas ahí. Según recuerdan desde la Concejalía de Parques y Jardines, se considera patrimonio arbóreo monumental al conjunto de árboles con características botánicas de monumentalidad o circunstancias extraordinarias de edad o tamaño, o vinculación cultural e histórica.

En toda la ciudad de València hay 366 ejemplares, diez de ellos en los citados cementerios. La ley declara protegidos aquellos ejemplares de cualquier especies que igualen o superen los 350 años de edad, los 30 metros de altura, los seis metros de perímetro, así como los 25 metros de diámetro mayor de la copa.En el caso de la familia Palmae, se catalogan aquellas que superen los 12 metros con excepción de la Washingtonia, que ha de superar o igual los 18 metros.

Monumentos de altura

En el cementerio general de València, en la calle Santo Domingo de Guzmán, por la cual se accede a la entrada principal del mismo, se pueden contemplar cinco palmeras datileras (Phoenix dactylifera Macho/Hembra) que suman 400 años, a razón de 80 cada una. La más alta se encuentra junto a la puerta principal, en una pequeña zona de jardín, luciendo 21,4 metros, así como un diámetro de 1,30 metros.

Sin embargo, en el cementerio del Cabanyal se encuentra junto a las lápidas la más altas de las situadas en un camposanto. Se trata también de una datilera que llega a los 22,3 metros y que suma 120 de años de vida. En el mismo cementerio, también junto a las tumbas recibe a los visitantes un eucalipto rojo (Eucalyptus camaledulensis) de más de 30 metros y 90 años de vida, que la mirada no puede eludir entre los nichos.

Volviendo al cementerio general, pero ya en su interior, hay otros dos ejemplares de grandes dimensiones. Por un lado, una palmera Washingtonia mexicana de más de 20 metros de altura (cuya edad no ha podido ser estimada), y otros dos eucaliptos como los del Cabanyal. Ambos tienen la misma edad, 90 años, y están situados en la zona del crematorio. De hecho, desde fuera del camposanto se pueden ver sus grandes copas, que sobresalen con sus más de 30 metros de alto. A estos ejemplares catalogados se suman otros como los cipreses centenarios situados junto a las fosas más antiguas del general.

El año pasado la concejalía de Parques y Jardines comenzó a indicar a los visitantes a los cementerios estos ejemplares únicos con carteles informativos con el objetivo de divulgar su existencia. Su titular, Pilar Soriano, asegura que en tiempos de los gobiernos del PP «fueron víctimas de los recortes» en los servicios de mantenimiento y que ahora se trabaja por «mantenerlos en condiciones óptimas, ponerlos en valor, y darlos a conocer a la ciudadanía».

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