La Junta de Gobierno Local aprobó ayer un convenio entre el Ayuntamiento de València, a través de la Fundación Deportiva Municipal, y la Fundación Trinidad Alfonso para impulsar una serie de circuitos y rutas saludables en la ciudad. El proyecto persigue fomentar el aumento de la actividad física, tanto correr como andar, entre los valencianos y las valencianas.

Se trata de un proyecto que arrancará con la adecuación y señalización de un primer circuito en Tarongers y que contemplará otras ocho rutas más por toda la ciudad. Estos nueve circuitos suponen la continuación de un plan que arrancó con el Circuit 5K para corredores del Jardí del Túria, que ya está en funcionamiento. Estas nuevas rutas completarán el decálogo de circuitos para practicar deporte dentro del proyecto "València, Ciudad del Running" y vienen a consolidar y hacer palpable esta iniciativa.

Estos nueve circuitos tendrán diferentes distancias, que oscilarán entre los 6,4 km del Bulevard Sud a los poco menos de 2 km que tendrá el circuito que una el Tramo XII del Jardí del Túria con la calle Eivissa. Las intervenciones no serán, en cualquier caso, uniformes, ya que dependiendo del recorrido de cada una de ellas, se acometerá una simple señalización o una intervención de mayor calado. Hay que destacar que, en cualquier caso, se trata de rutas ya existentes y utilizadas, por lo que este proyecto pretende hacerlas más visibles y atractivas.

Los nueve circuitos son: parque de Capçalera (2,5 km), Jardí del Túria (1,8 km), Boulevard Sud (6,4 km), Marina Real (2,85 km), Paseo Marítimo (2,35 km), Tarongers (2,35 km), Rotonda Norte (4,05 km), Bioparc (2,64 km + 2,05 km) y centro histórico. La iniciativa arranca con la ruta de Tarongers, que constará de 2,55 km. En este caso concreto se realizará una señalización en el terreno. Además, se aprovechará para realizar diferentes intervenciones en las zonas contiguas, tales como la instalación de zonas de entrenamiento, estiramiento o hidratación.

«Con este convenio, el ayuntamiento mejora la calidad de vida de sus ciudadanos mediante el fomento de la actividad física y un estilo de vida más saludable. Existe un aumento global de la inactividad y la vida sedentaria que pueden causar serios riesgos a la salud de las personas y pueden tener consecuencias negativas tanto sociales como económicas. Las ciudades deben contribuir a estimular la actividad física», explicó el alcalde Joan Ribó.