El Ayuntamiento de València publicó ayer el anuncio de licitación de las cámaras que controlarán el acceso de vehículos a las nuevas zonas residenciales y de preferencia peatonal de Ciutat Vella. En total, el presupuesto para la colocación de cinco sistemas de videovigilancia asciende a 165.809 euros.

Una vez adjudicado el proyecto, la empresa ganadora tendrá tres meses para ejecutar las obras. El consistorio ha tardado dos años en sacar a concurso esta reivindicación de los vecinos del centro histórico, que fue elegida como una de las propuestas ganadoras de los presupuestos participativos de 2015.

La concejalía de Movilidad Sostenible ha aprobado finalmente un proyecto de control de acceso a Ciutat Vella con solo cinco cámaras, de las que dos se destinarán exclusivamente para el Mercat Central. Las otras tres irán ubicadas en los tres bucles principales del centro histórico, es decir, en la calle Salvador para el entorno de Serranos, en la calle Corona para el entorno de la Beneficència y el Mercat de Mossén Sorell, y en la calle Salvador Giner, en el entorno de Na Jordana.

De esta manera, las cámaras de control vigilarán tan solo aquellas calles de entrada a los bucles que dan lugar a un gran número de itinerarios para los vehículos (María Cristina, Corona, Salvador Giner y Salvador). El resto de vías que permiten la entrada a las nuevas zonas residenciales de Ciutat Vella, pero que no dan opción a tomar diferentes itinerarios (con pequeños bucles), no se considera por el momento la necesidad de introducir este sistema de acceso.

Aunque todas las señales que advertirán de la presencia de cámaras estarán situadas en cada una de las puertas de acceso, algunos de los sistemas de videovigilancia se sitúan más al interior, como en la calle Salvador en confluencia con Trinitarios, debido a que en ese punto confluyen las entradas de dos vías de acceso al centro del distrito, captando por tanto en un solo punto la entrada desde dos o más vías de acceso.

Además se han previsto dos puntos de control en diferentes localizaciones cerca de las inmediaciones del Mercat Central, con la única finalidad de comprobar si los vehículos que pasan por el punto 1 y por el punto 2 se dirigen al único lugar autorizado, el aparcamiento. Los que quieran «atajar» por el Carrer Vell de la Palla serán sancionados.

Como ya avanzó este periódico en exclusiva, estarán autorizados a circular en las zonas residenciales los vecinos, propietarios de plazas de aparcamiento, comerciantes y vehículos de carga y descarga, huéspedes de hoteles, usuarios de aparcamientos, servicios de emergencia, policía, taxis y transporte público, y cualquier otro vehículo o colectivo que sea aprobado por parte del Ayuntamiento de València.

Si algún usuario no está incluido en esta «lista blanca» y circula por la zona restringida, tendrá 72 horas para pedir al ayuntamiento a través de un portal web un permiso especial, bien antes de «invadir» la zona o a posteriori. De no justificarse su uso, será sancionado. Además habrá una «lista negra» de matrículas que podrá contener vehículos denunciados por robo, sin seguro, con deudas municipales o cualquier otro concepto que indique el consistorio.

Dirección de obra de Brujas

Por otra parte, el servicio de Movilidad también la licitado la dirección de obra de la construcción del aparcamiento de Brujas por un importe de 212.150 euros.