José García-Melgares (Burjassot, 1949) es desde hace seis meses el alcalde pedáneo de Benimàmet, la mayor pedanía de València con cerca de 15.000 habitantes. Cumplida la media legislatura, este sindicalista y activista vecinal ha tomado el relevo de Francisco Puchades y está en condiciones de decir que el Govern de la Nau le ha sentado muy bien a la población. No obstante, cree que hay que darle un nuevo impulso y avanzar hacia la declaración de Entidad Local Menor para tener la autonomía y el respeto que hasta ahora nunca ha tenido.
¿Cómo le ha sentado el cambio de Gobierno a Benimàmet?
Yo creo que ha sido determinante. No hay nada más que ver que todo el pueblo está levantado, que todo está en obras y que se están haciendo obras históricas muy reivindicadas por los vecinos, desde el Parque Lineal a la Senda del Secanet. Es decir, el cambio es absoluto.
¿Ha sido fácil repartir el mandato en dos etapas con dos alcaldes de distintas formaciones?
Para responder eso hay que partir de una base. Ahora, al revés que otros ayuntamientos de la época del PP en la que los alcaldes pedáneos no pintaban nada, esa situación ha cambiado totalmente. Desde el Gobierno de la Nave hay un reconocimiento a los alcaldes pedáneos, te ayudan, te preguntan, tus opiniones son escuchadas y muchas de las cosas que tú haces las tienen en cuenta. Y la relación con Paco Puchades ha sido muy cordial, en todo momento he participado en la medida que he podido y ahora la relación sigue siendo la misma. Él está llevando el cinefórum y sigue colaborando.
¿Qué impulso se le puede dar a Benimàmet en este año y medio que queda de mandato?
Queda mucho por hacer. Uno de los grandes objetivos es el Jardín de Carolinas, que es un proyecto que ya se ha adjudicado y que consiste en ampliar la zona deportiva y generar un gran jardín alrededor del velódromo. Con ello se conseguiría eliminar la sensación histórica de Carolinas de un barrio marginal y un barrio de cuevas. Ahora mismo es una vergüenza ver cómo está aquello. Además, allí hay unas viviendas públicas que fueron expropiadas para hacer ese parque y que han sido ocupadas por gente que ya estuvo en el barrio y que ha vuelto a venir. En definitiva, se ha creado una sensación tercermundista de hace treinta años o peor.
Antes de la entrevista me ha hablado de las fiestas como un objetivo también importante.
Yo me he planteado como uno de los objetivos para el tiempo que queda y su continuación, porque nuestra idea es repetir, hacer una fiesta del pueblo. Benimàmet no tiene una fiesta que identifique al pueblo. Hay muchas fiestas de San José, San Vicente, el Corpus y el ayuntamiento les ayuda con castillos, hinchables, etc., pero sólo participa la gente que hace la fiesta. Por eso, este año hemos hecho el «Nadal a Benimàmet», que ha tenido la participación de la asociación de vecinos, la asociación musical Sioam y los comerciantes. Entre todos hicimos un acto central el 23 de diciembre con villancicos en la calle, un concierto, un teatro infantil, entrega de una cesta de navidad para recoger dinero para la cabalgata y un correfoc. La asistencia fue muy alta y la gente salió muy contenta. Esa es la línea, ese es el espíritu, que se vaya haciendo una fiesta de todos. Fecha no hay, podría ser por primavera, pero sí existe la voluntad de todo el mundo.
¿Cómo cree usted que ha sido tratado históricamente Benimàmet, teniendo en cuenta que es la mayor pedanía de València?
Ha sido muy mal tratado. No hay más que ver que somos un pueblo de 15.000 habitantes y no tenemos nada. Ha tenido que entrar la nueva corporación para tener un local multiusos. Luego, para todas las cosas tenemos que ir a València. Y en el tema de infraestructuras, la calle Senda del Secanet, que ahora ya está abierta, ha estado toda la vida pendiente. Y el parque lineal ha costado ocho años de pelea. Entonces tenemos un sentimiento de pueblo, pero absolutamente abandonados.
¿Habría que cambiar la relación administrativa de Benimàmet con València?
Es fundamental que nos traten como lo que somos, una pedanía con sentimiento de pueblo, aunque no de independencia. Se nos tiene que tratar como algo diferente al resto de la ciudad. Ahora tenemos un reconocimiento del Gobierno de la Nave en cuanto al trato, como hemos dicho antes, y además vamos a tener una Junta Municipal de Distrito propia. Eso nos va a acercar lo servicios a Benimàmet-Benimerín y no vamos a tener que ir donde nos tocaba antes. Pero ni siquiera eso es suficiente.
¿Se han planteado en algún momento cambiar el estatus de la pedanía?
Aquí hubo una organización, que estuvo avalada por más del 50% de firmas, que planteó abiertamente la segregación. Y aquella propuesta marcaba tres objetivos: primero la independencia de València, segundo la Entidad Local Menor y tercero la Junta Municipal de Distrito. Ahora mismo ya tenemos la junta municipal, que estará a partir de febrero, pero yo creo que Benimàmet se merece algo más y sería justo que València nos reconociese como Entidad Local Menor. Seguiríamos perteneciendo a València, por supuesto, pero tendríamos unos derechos y unos presupuestos que nos permitirían mejorar Benimàmet y decidir sobre nuestro pueblo. Ahora mismo Benimàmet tiene un alcade que es para todo y hay tanto trabajo por hacer que no llegas, porque tienes que estar todo el tiempo reivindicando y pidiendo. Con la Entidad Local Menor podrías tener un equipo de trabajo y el reconocimiento de los vecinos.
¿En el pueblo hay apoyo social para esta idea?
Yo creo que el pueblo no quiere dejar de pertenecer a València. Es una sensación lícita que también comparto yo. Pero sí quiere de alguna manera decidir sus cosas. Y la Entidad Local Menor es un tema que vamos a poner en marcha, porque eso nos va a permitir elegir directamente a nuestro alcalde y por otra parte tener unos presupuestos propios. Somos de València, seguimos siendo de València, las grandes cosas las seguirá haciendo València, pero tendríamos nuestra autonomía.
¿Esto lo ha hablado ya con el equipo de Gobierno?
Bueno, el partido socialista, mi partido, lo llevaba en su programa, por tanto estamos de acuerdo. Izquierda Unida también lo llevaba en su programa, aunque no está. Y lo que se acordó en el pacto de la Nau fue el tema de la Entidad Local Menor. Cuando vino Joan Ribó se le preguntó por esto y dijo que por su parte no había inconveniente en que lo planteásemos. Por tanto, yo entiendo que no hay oposición, sino todo lo contrario.
