Sandra Gómez, portavoz del Partido Socialista y socio de gobierno en el Govern de la Nau, calificaba de «buena decisión» la propuesta de Joan Ribó de presentar una alegación al nuevo reglamento. Gómez hablaba de «autoenmienda» de Compromís, al recordar que la propuesta de garantizar un sueldo si algún concejal se veía afectado por la ley de incompatibilidades, partió siempre de alcaldía. «La intención era buena y estaba pensada para casos muy claros, pero hay que ser riguroso. Nos parece bien que se estudie mejor y se acote porque hay que ser muy purista», explicaba. Para la socialista, el problema puede haber surgido al trasladar una ley de ámbito nacional al régimen local. «Igual sea algo innecesario, porque no creo que afecte a nadie en los términos en que podría darse en el ámbito nacional. Esta bien estudiarlo mejor», incidía.