Joan Ribó Canut (Manresa, 1947) está decidido a ser alcalde de València una segunda legislatura, aunque reitera hasta la saciedad que el candidato se decidirá en las primarias de Compromís. En el último año que queda hasta la cita electoral de 2019 no oculta que asistiremos a un desmarque entre los tres socios del Govern de la Nau, especialmente con el PSPV, su principal competidor. Un camino, el que conduce a las urnas, que Compromís debería recorrer solo. Sin Podemos, sostiene. Ribó confiesa que sigue exasperándole la lentitud de la administración, aunque admite que es un mecanismo garantista necesario. Saca pecho por la reducción de la deuda desde que gobierna la coalición de izquierdas, y no le hace ascos a eventos como la Copa Davis o a la posibilidad de que recale la World Race en la Marina «si tienen retorno para la ciudad».
P Pese a ser reacio inicialmente a la organización de la Copa Davis en València, se le vio en las gradas con un sombrero donde lucía los colores de la bandera de España...
R Alguno se empeñó en que yo no estaba de acuerdo en que viniera la Copa Davis. Y no es así. Vamos a ser serios, lo que no queremos nosotros es otro Open de Tenis como el que se montó en el Agora, que costó 17 millones a los valencianos y después no tuvo retorno. Ahora se ha hecho una cosa a un precio reducido y con una repercusión importante. Tengo amigos alemanes que me lo han confirmado y además el fin de semana estuve dando una vuelta por el río y estaba lleno de ciclistas germanos. No estamos en contra de estos eventos, pero no quiero que se nos olvide aquello de que el circuito no nos costaría un euro. De ahí que exijamos seriedad y transparencia. Y a mí la bandera de España no me provoca ninguna alergia.
P Ya se habla de que si el equipo español gana a Francia en las semifinales, València podría plantear albergar la final otra vez.
R Si es rentable, vamos a por ella, porque el impacto a nivel de publicidad, y lo hablaba con Puig, ha sido muy importante especialmente en Alemania, donde no tenemos mucho mercado de turismo.
P Pese a ser en un escenario poco deportivo...
R Bueno, eso tiene un simbolismo especial, porque hemos demostrado que somos capaces de transformar una plaza de toros en una pista de tenis. En eso hacían mucho hincapié los periódicos alemanes.
P El Caixaforum para el Ágora es bien recibido también.
R Me parece una solución estupenda, porque nos da un gran potencial turístico-cultural y, además, era de justicia reutilizar una cosa que nos costó tanto dinero.
P Hablan mucho de atraer turistas, pero ciudades como Barcelona alertan precisamente del peligro de la turistificación.
R Es un tema que me preocupa. Y sí, hemos de hablar de turismo porque es un motor fundamental para nuestra economía, pero ha de ser de calidad y con un alto rendimiento económico. Rechazo aquel que no aporte demasiados recursos, o que sea opaco fiscalmente y que genera problemas en los barrios€ Controlemos qué turismo queremos. Yo apuesto por el turismo cultural o de deportes€
P Alberto Mendoza anunciaba hace algunos días que cuando el Partido Popular vuelva a gobernar en 2019 eliminará todas las políticas de movilidad aplicadas por el Govern de la Nau.
R El PP no va a gobernar en 2019. No lo va a hacer. Con nueve imputados en el ayuntamiento, con toda la corrupción que arrastran y con el tema Cifuentes... las perspectivas de gobierno del PP son muy bajas. Segundo, aún menos va a gobernar Mendoza, porque es una persona investigada. Y tercero, si el PP ha de revertir las políticas de movilidad he de recordarle que él aprobó un plan que nosotros estamos siguiendo en muchos puntos, por lo tanto habría de revertir lo que él mismo habría votado.
P Compromís, con el edil Giuseppe Grezzi al frente, ha hecho bandera de la Movilidad Sostenible, pero se ha topado con bastantes detractores...
R Eso es ir contra la historia, contra lo que se hace en toda Europa y contra las iniciativas que cada vez se están imponiendo en todo el mundo. No tiene sentido.
P La oposición insiste en que lo suyo es una guerra para acabar con el vehículo privado.
R No, en absoluto (rotundo). Lo que estamos en contra es de que las ciudades tengan todo su espacio ocupado de forma exagerada por el coche. El espacio público se ha de repartir, porque lo que más hace la gente en València es caminar y por tanto se han de ampliar las aceras y el espacio para el transporte público. Los aumentos significativos del uso de la EMT en esta ciudad, más que en ningún lugar de España, demuestran que el coche privado ha de ser un elemento, pero no el único. Hay que ir en bicicleta o en patinete eléctrico, que cada vez se usa más, y también en coche, pero a cada uno lo suyo.
P La semana que viene se van a Madrid a reclamar al ministro Cristóbal Montoro un trato digno para el área metropolitana. ¿Usted irá también?
R Claro que sí, cuadraré la agenda para no faltar. Vamos a Madrid a reivindicar que las ayudas estén en València como en Madrid o Canarias, porque estamos profundamente discriminados.
P Sin el dinero del ministerio para un buen transporte público, ¿se puede aplicar la movilidad que persiguen ustedes?
R Poner en práctica políticas de movilidad nos cuesta más dinero al ayuntamiento o a la Generalitat y no podemos comprar los autobuses que querríamos, o contratar a los conductores que querríamos para aumentar la frecuencia de los buses de la ciudad, que es una necesidad... pero no vamos a desistir.
P ¿Conseguirán algo esta vez?
R Queremos convencer al minisro Montoro y a las Cortes, decir a todos los grupos políticos, a los que están en el poder y a los de la oposición, que la causa que estamos defendiendo es justa y persuadir a todos los diputados valencianos, sean del grupo que sean, que es más importante ser valenciano en un momento como este que pertenecer a un partido determinado.
P Ximo Puig anunció el miércoles que van a estudiar la viabilidad de prolongar la T2, ahora lla mada L10, hasta el Pont de Fusta, recuperando aquella previsión hecha en su día por el PP.
R Estuve hablando hace unos días con Puig y ambos tenemos claro que hay que dedicar recursos al transporte, porque es prioritario para València. Todo lo que podamos avanzar en ese aspecto es positivo. Perforar toda la zona del centro es complejo, pero me parece perfecto que se estudie. Sería volver al proyecto original (de la época del Partido Popular al frente de Generalitat y Ayuntamiento), porque tenemos una estación ya hecha que nos ha costado muchos quebraderos de cabeza. Ahora vamos a resolver el aparcamiento de Brujas.
P Sería una intervención, además de muy costosa, complicada, porque atraviesa el centro histórico de la ciudad.
R No soy ingeniero de caminos, pero hay proyectos iniciales al respecto, aunque se ha de estudiar y ver. Lo prioritario ahora es llegar a Natzaret, pero ayudaría mucho unificar la ciudad en cuanto a transporte metropolitano.
P ¿La fachada del cine Metropol tiene alguna posibilidad de salvarse del derribo?
R Tiene unos valores de un arquitecto que es emblemático para la ciudad como es Javier Goerlich. Aunque en su momento el cine no fue valorado por la comisión correspondiente para mí tiene otros valores, como es la imagen de Hemingway y otros personajes que visitaron València. Además, lo es también de un señor que fue fusilado por el franquismo, el editor Vicent Miquel Carceller. Esto no es una cuestión meramente urbanística, sino sentimental para los valencianos. Estamos trabajando para que se pueda recuperar. Está complicado, pero queremos trabajar para mantener la fachada y el rótulo, que tiene una significación especial insisto.
P La legislatura concluirá... ¿y qué Cabanyal distinto al que dejó el PP podrán ver los vecinos?
R Yo creo que ya lo estamos empezando a ver. Se están haciendo cosas en cuanto a urbanismo y recuperación de viviendas, y muchas cosas desde el punto de vista social. La inserción social no se ve mucho, pero está ahí, y también se ha mejorado en temas de limpieza. Eso lo reconoce hasta el mercado y eso me preocupa, porque hay un peligro de que sea un barrio que crezca mucho urbanísticamente y sufra la gentrificación. Queremos controlar esto, pero el hecho de que el mercado ofrezca indicadores de crecimiento es que hay señales nuevas y claras de mejora.
P Pero las críticas sobre la lentitud están ahí.
R No es fácil avanzar, pero estamos en el plan de fondos europeos, que nos ha de llevar hasta el año 2022-2023.
P Después de los últimos consejos de administración de Aumsa y del Plan Cabanyal, esta semana pasada, el PP asegura que han maquillado las cuentas para que les cuadren.
R No es cuestión de maquillaje, es que se han de mirar los precios del mercado. El PP sabe cómo están las cosas. No solo está creciendo el mercado inmobiliario en general, sino que en el Cabanyal está creciendo específicamente porque se han emitido signos de que este va a ser un barrio entrañable y con unas características muy atractivas para los valencianos y para los no valencianos, como ya ocurre en otras zonas de Europa.
P Alfonso Novo insiste en que se debería volver al Pepri que ustedes derrogaron.
R Lo dice porque algo de paternidad suya hay en el Pepri, pero no vamos a volver a eso.
P Parece un poco incongruente que defiendan un edificio de veinte plantas en la Marina, ¿no será una mole fuera de lugar?
R No. No tiene que tener veinte alturas necesariamente, porque la edificabilidad se puede replantear. Con las torres gemelas se vivió una recesión de los grandes edificios, pero ahora asistimos a su relanzamiento. Hace semanas leía en una revista científica que es un hecho que este tipo de construcciones tienen un nivel de sostenibilidad elevado. El de la Marina habrá de ser un edificio que cuide paisajísticamente el emplazamiento, con energías renovables y de autoproducción, con elementos atractivos para el barrio, con espacios públicos, que guste a la gente y que tenga interés público. La altura de un edificio no implica que su impacto vaya a ser negativo para el entorno.
P Usted se comprometió a dar a Benimàmet categoría de Entidad Local Menor. ¿Cuándo llevará ese tema al pleno?
R Yo me comprometí con Benimàmet y algo hemos cumplido ya. Por ejemplo, tiene un parque lineal estupendo que ya está disfrutando. Benimàmet tuvo en su momento un movimiento para separarse de la ciudad y cuando nos plantearon lo de la Entidad Local Menor les dijimos que íbamos a darles todas las facilidades. Ya dispone de una junta de distrito para que pueda gestionar sus servicios y necesidades, que no digo que sea suficiente.
P A día de hoy, el concejal Pere Fuset atraviesa un momento complicado judicialmente por el accidente mortal de las gradas de Viveros... ¿Sigue contando con el respaldo del alcalde?
R Un accidente de este tipo es algo lamentable, porque hay una persona fallecida y es una cuestión que ha de evitarse que se repita. Fuset no está imputado directamente por la justicia. Es verdad que hemos de ver cómo evoluciona el proceso, pero no está imputado.
P Dejar en manos de los promotores la instalación, sin una supervisión de los técnicos municipales... ¿No es un poco negligente alcalde?
R La instalación de las gradas es algo que plantearon las empresas y pensamos que se iba a hacer con todas las condiciones correspondientes de seguridad. Hemos tomado nota de estas prácticas y queremos mejorar, pero mientras esto no se aclare no se pueden volver a montar gradas.
P Lo cierto es que el ayuntamiento ha recibido una sanción de 40.000 euros de la Inspección de Trabajo.
R Sí, está claro, pero era un tema que en aquel momento pensábamos que no correspondía directamente al ayuntamiento. (El consistorio tramitó el expediente como un servicio y la inspección dijo que debía tramitarse como una obra, de ahí la sanción).
P También han dado marcha atrás en una iniciativa de Alcaldía que quería asignar una compensación económica durante dos años para aquellos concejales que dejaran el consistorio y no pudieran ejercer su actividad profesional por incurrir en posibles incompatibilidades. Se montó revuelo tras la publicación en la prensa y la retiraron a los pocos días.
R No era más que una transcripción literal de la legislación estatal. Ha habido mala fe de los que lo criticaron, porque ellos lo introdujeron en la ley estatal y pensábamos que también valía para un reglamento local.
P ¿A qué dedicará el superávit este año?
R Una parte irá a las expropiaciones, otra parte a reducir deuda, y una tercera a inversiones financieramente sostenibles. En el último año del PP la deuda era de 809,6 millones y la hemos reducido a 465,58 en estos momentos. La previsión es llegar a finales de 2018 con una cifra inferior a los 400 millones. Hace más de una década que el ayuntamiento no tenía datos positivos. Además estamos pagando a los proveedores en un período muy razonable, dos días de media, frente al descontrol del PP, que eran unos sesenta. Me presto voluntario a explicarle a Rajoy y a Montoro cómo gestionar la economía local.
