La elección de Velluters para la creación de este centro del diseño no es casual. Este barrio tiene una enorme tradición sedera, con el Colegio del Arte Mayor de la Seda como máxima representación, y además está muy necesitado de regeneración social. En las proximidades se encuentran algunas de las zonas más degradadas de Ciutat Vella y la apertura de locales puede contribuir a dinamizar el comercio y la economía de las mismas. Además, la localización de numerosos edificios de la empresa municipal Aumsa, con sus locales comerciales vacíos, les ha proporcionado los espacios idóneos, cerrando un círculo de intereses que la concejala Sandra Gómez quiere que se concrete «lo antes posible».

Ahora se empezará a trabajar con las aportaciones de cada una de las partes y cuando se llegue a un acuerdo definitivo se plasmará en un convenio. En principio, el número de firmantes no está cerrado.