Después de un año de trabajo, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València aprobará en los próximos días el primer Plan de Seguridad Vial de la historia de la ciudad, un documento inédito hasta la fecha y que pone el foco en la protección de los actores más vulnerables de la vía pública (peatones, ciclistas y peatones, que representan más del 50 % de las víctimas en la ciudad), y se marca como objetivo trabajar para conseguir una tasa de accidentes mortales cero e incluso abarcar la idea de reducir la accidentalidad al mínimo.

El Plan de Seguridad Vial propone una serie de medidas englobadas en ocho objetivos y que deberían desarrollarse entre el periodo de 2018 a 2023, aunque resulta tan ambicioso que pone el listón muy alto al Ayuntamiento de València. De hecho le anima a crear un observatorio municipal de la Seguridad Vial que determine el grado de cumplimiento de las medidas propuestas.

Entre las medidas concretas, figuran en un lugar destacable las del calmado de tráfico. Dentro de estas destaca la propuesta de la «posibilidad de eliminar el estacionamiento de las vías principales con la finalidad de aumentar la capacidad y fluidez tanto del transporte público como de otros modos de transporte sostenibles».

Hablando en plata, que en aquellas vías importantes en las que todavía existe estacionamiento -en realidad no son tantas-, se considera que este espacio se debería dedicar a ampliar aceras para los viandantes, construir carriles bici o carriles exclusivos para el autobús urbano o el taxi.

El Plan de Seguridad Vial lo ha elaborado la consultora CPS Ingenieros durante el último año tras varias sesiones en el seno de la Mesa de la Movilidad, un taller participativo y el estudio de los indicadores que le ha facilitado tanto la Policía Local de València como el Centre de Gestió de Trànsit.

El análisis de CPS advierte de que es necesario mejorar el proceso de recopilación de datos para mejorar el diagnóstico. Y dio un dato sorprendente, en el 35 por ciento de los accidentes que se producen en València no es posible determinar dónde se han producido.

Es decir, existe un claro déficit para evaluar el número de puntos negros en la ciudad y es por ello que en los objetivos marcados no se especifica ni dónde está la ciudad ni hacia dónde debe llegar, algo que provocó las críticas de algunos asistentes a la Mesa de la Movilidad, donde se presentó el documento.

Los ocho objetivos que se concretan en el documento son: reducir el riesgo de atropello a peatones, ciclistas y personas con diversidad funcional; reducir el riesgo de accidente de tráfico en intersecciones; combatir el exceso de velocidad en los desplazamientos; combatir la indisciplina en los semáforos; combatir el consumo de alcohol y drogas en la conducción; reducir el número de accidentes con conductores menores de 35 años; reducir el número de accidentes con vehículos a motor de dos ruedas y profundizar en el conocimiento de la accidentalidad urbana en València.

Ocho líneas estratégicas

A partir de estos 8 objetivos se han reformulado otras tantas líneas estratégicas para mejorar la Seguridad Vial: mejorar las condiciones de seguridad de la movilidad peatonal; mejorar las condiciones de seguridad de la movilidad ciclista; mejorar la red vial urbana y calmar el tráfico en la ciudad; mejorar el control y vigilancia de la disciplina vial; mejorar los mecanismos de gestión de la seguridad vial municipal; mejorar la educación y formación en materia de seguridad vial; impulsar la participación y divulgación en seguridad vial y fomentar del uso de medios de transporte sostenibles.

Varias voces presentes en la Mesa de la Movilidad reclamaron que se desarrollen medidas concretas para reducir la siniestralidad de los motoristas -que se ha disparado en los últimos años-, mientras que el coordinador de la Mesa, el ingeniero de caminos Joan Olmos, recordó que la clave para reducir los accidentes es que València se convierta en una ciudad limitada a 30 km/h.

El PP asegura que no se ha contado con la Policía Local

El concejal del Partido Popular, Alberto Mendoza, criticó ayer que el primer Plan de Seguridad Vial de la historia de València -ya que el PP nunca elaboró ninguno-, nace «cojo y manco desde su inicio». Mendoza dijo que no se ha contado activamente con la Policía Local, pese a que la consultora asegura que sí lo ha hecho y la presencia de los agentes del cuerpo municipal en las reuniones ha sido constante.

«La práctica totalidad de los objetivos de este plan implican de manera directa a la Policía Local, como son el reducir el riesgo de atropellos a viandantes y ciclistas, la conducción bajo bebidas alcohólicas y la velocidad al volante entre otros. No contar activamente con ellos es dejar este plan cojo y manco».