Con la finalización de la Gran Fira, los partidos políticos entran en valoraciones, donde es fácil imaginar que unos venderán el éxito y otros los defectos. Y da la sensación de que la feria cotiza al alza: las valoraciones son estridentes y de vislumbra en la jornada de hoy un turno de réplica y contrarréplica.

La concejalía de Cultura Festiva aportó ayer datos numéricos y valoraciones. De los primeros señaló una presencia de 250.000 personas en los 275 eventos, incluyendo, en palabras del edil Pere Fuset, «40.000 personas que han pasado por la programación diaria en los Jardines del Palau; 50.000 que llenaron el centro de València durante la Gran Nit; 30.000 que se acercaron a la Nit a la Mar, 6.000 con el correfira en los barrios, o las mas de 47.000 entradas vendidas este año en la edición mas participativa que se recuerda de los Concerts de Vivers».

Con lo que el balance es que la Gran Fira es «una potente marca con la que presentar a la ciudadanía y al turismo las propuestas culturales mas veraniegas de la ciudad. Las cifras muestran la aceptación social del nuevo modelo que ha revitalizado la Gran Fira y en su tercer año se ha consolidado definitivamente en en la ciudad».

Pere Fuset apuntó también que las claves de esta nueva etapa son «tratar la Gran Fira como un festival urbano propio de una gran ciudad mediterránea y europea, apostando por la diversidad para atender a una gran pluralidad de públicos y una amplia oferta gratuita así como una descentralización que apueste por llevar la oferta cultural mas allá del centro». Otro aspecto por el que muestra satisfacción es «la variedad artística, el equilibrio entre modernidad y tradición y la colaboración de otras entidades que se han sumado al programa». En definitiva, «un motor turístico y cultural».