Mientras Cases de Bàrcena y Mauella son núcleos habitados, la tercera isla de València no es más que huerta, marjal y un pedazo de playa de unos 800 metros. Se trata de Rafalell i Vistabella, cuyo nombre siempre ha ido unido dada la escasa cantidad de edificaciones con las que contaba. Hoy en día tan solo queda la Alqueria de Pagés (siglo XVI) en pie, aunque deshabitada. Aún así, también precisa de la atención del ayuntamiento. «Tiene vigilancia constante y eso explica que en los últimos años no se hayan producido incendios como los que hubo tiempo atrás. Además, se ha actuado en la adecuación de caminos rurales a petición de los propietarios de los campos de huerta que existen en la zona», explica el alcalde de Cases de Bàrcena, Javier Riera, que gestiona el enclave.