La Policía Local y los responsables de la discoteca Cream han pactado una serie de medidas para evitar los problemas de convivencia que se sufre en la zona de la Creu Coberta con los locales de ocio.

«Concienciar, implicar y llegar a acuerdos para fomentar la convivencia en la zona y evitar situaciones de conflictividad social» es el objetivo que se ha marcado la Policía Local. La Creu Coberta se ha convertido en los últimos años en un espacio complicado por el consumo indiscriminado de alcohol, los ruidos y las peleas.

La concejalía ha decidido cerrar al tráfico los espacios «en los que se ha detectado que se produce la concentración de personas, evitando la entrada de vehículos para evitar que se introduzcan y consuman bebidas alcohólicas», dejando tan sólo el paso franco a los vecinos.

También se comprometen a vigilar toda la zona para prever actos vandálicos y «comportamientos antisociales». Así mismo, se realizaran controles de velocidad, alcoholemia y drogas. Unas medidas de control que se extenderán a establecimientos y actividades recreativas cercanas.

La discoteca, antes TB Club, Magnum y Pachá, está rodeada de viviendas, cuyos vecinos han expresado repetidamente su malestar por la conflictividad social derivada de la discoteca. Pero también hay su alrededor numerosas campas, donde el botellón se multiplica.

La propia discoteca (cuyo horario es de 0 a 7,30 horas) también se ha comprometido a controlar el exterior de su establecimiento, incluyendo los ruidos y molestias. Así mismo, como se ha reclamado a otros colectivos, como las fallas, se comprometen a limpiar de residuos el entorno.