Las Fuerzas de Seguridad, tanto la Policía Nacional como la Policía Local, estarán especialmente atentas para que no se repitan los incidentes del año pasado antes de la manifestación por la unidad de la lengua, cuando un nutrido grupo de extrema derecha atacó y agredió a personas que se dirigían a esa manifestación. El conflicto de Cataluña había mermado mucho los efectivos y esa agresión ni se evitó ni tuvo consecuencias para los agresores.

Así pues, este año se pondrá especial empeño en revertir esa situación. Se ha estudiado lo que ocurrió el año pasado, cuáles fueron los fallos y ya se está trabajando en la identificación de grupos que pudieran repetir la historia. «Lo del año pasado fue excepcional», dijo Juan Carlos Fulgencio, pero este año «la policía estará presente y reforzada», precisó.

En cuanto a la impunidad de los agresores y el hecho de que no se produjeran detenciones, el delegado del Gobierno no cree que el año pasado hubiera directrices en ese sentido ni que este año las haya en sentido contrario.

«En un estado de derecho no hay instrucciones. El año pasado, por precariedad del dispositivo, no fue posible hacer detenciones, pero este año si hay que detener, se detendrá», precisó Fulgencio, que insistió en que el objetivo del dispositivo policial, a falta de concretarse en número y cometido, es darle a la fiesta un tinte de normalidad sin enfrentamientos y sin insultos, algo habitual en los últimos tiempos.