El plan especial (PEP) de Ciutat Vella ha frustrado el hotel proyectado en la Casa de San Luis Bertrán por los propietarios, la familia Serra de Álzaga. El nuevo plan de Ciutat Vella, que intenta potenciar el uso residencial y poner coto a los apartamentos turísticos, permite reconvertir en hotel edificios singulares, entre los que se incluyen varias casas señoriales y palacios del centro histórico de difícil encaje en el mercado residencial. La casa natalicia de San Luis Bertrán, ubicada en la plaza del mismo nombre, al lado del Almudín, que con la anterior normativa se podía acoger a la compatibilidad del uso hotelero con el residencial, no entra ahora en la categoría de edificios singulares susceptibles de albergar hoteles, según confirmaron los redactores del nuevo plan especial.

Los dueños del inmueble que albergó la casa natalicia de San Luis Bertrán y en cuya planta baja se conserva la capilla (con valiosos paneles cerámicos) dedicada al santo tramitaron en 2014 la licencia para rehabilitar el edificio para reconvertirlo en hotel. Los dueños solicitaron la terciarización total del edificio, pero el ayuntamiento solo admitió la compatibilidad del uso hotelero descartando el uso para oficinas o comercial. El anterior gobierno del PP dio luz verde en la primera versión del plan especial de Ciutat Vella a la reestructuración integral y vaciado de la casa natalicia de San Luis Bertrán, un edificio ya entonces muy deteriorado que afeaba el entorno de dos monumentos declarados Bien de Interés Cultural: el Almudín y el Palacio de los Escrivà, este último propiedad también de los Serra de Álzaga, que hace unos años recibieron el premio Europa Nostra por la rehabilitación llevada a cabo en el palacio.

La rehabilitación para uso hotelero de la casa de San Luis Bertrán no tiene cabida en el nuevo plan de protección de Ciutat Vella impulsado por el Govern de la Nau, que blinda el uso residencial de este inmueble, que además de que tiene un exceso de volumetría que deberá corregirse cuando se lleve a cabo una intervención integral.

El ayuntamiento ha requerido en varias ocasiones al dueño del inmueble para que lleve a cabo la rehabilitación del edificio. Colectivos ciudadanos como el Círculo de la Defensa del Patrimonio han denunciado igualmente el abandono en el que se encuentra este edificio, reclamando que se haga una intervención integral y no parcheos. Los propietarios del edificio han tomado medidas y han iniciado la restauración exterior del edificio, donde desde hace semanas trabaja una empresa de rehabilitación de fachadas.

El hotel no ha sido el único proyecto que el PEP de Ciutat Vella ha frustrado a los Serra de Álzaga, que tampoco pudieron en su momento derribar unas caballerizas anexas al palacio de Escrivà para ampliar el palacio y crear un nuevo espacio para albergar , en mejores condiciones, la importante colección de arte de Ramón Serra de Álzaga. Las presiones vecinales y de instituciones como la Academia de San Carlos dieron al traste con el proyecto, que el anterior gobierno llegó a aprobar inicialmente.

El plan especial de Ciutat Vella permite que medio centenar de palacios y otros 20 edificios singulares puedan convertirse en hoteles en aras de evitar la ruina de muchos de estos inmuebles e incentivar su recuperación. Entre ellos, se encuentran el palacio del pub la Marxa, en la calle Cocinas, la Casa de los Mas, un palacio gótico ubicado en el número 19 de la calle Juristas, el Palacio de los Maestres (1881), a pocos metros del Palacio del Temple, en la Seu, y otro palacio en la calle Purísima 4, recientemente vendido a un grupo inversor.