Las fuertes lluvias caídas en la madrugada del martes 18 de septiembre se llevaron por delante unos 30 metros del muro de Los Silos de Burjassot, los graneros de València en la Edad Media, y símbolo patrimonial de Burjassot. Una muerte anunciada en multitud de ocasiones, especialmente por el colectivo Amigos de Los Silos, muy críticos con el «olvido» de todas las administraciones. Solo dos mese antes, en julio, el alcalde de Burjassot y el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, habían acordado, tras una visita de este último a la ciudad, la posibilidad de iniciar las gestiones para que el conjunto patrimonial optara al programa de subvenciones del Ejecutivo central.

En espera de ayudas mayores, ha sido el Ayuntamiento de València quien a través de una declaración de emergencia se hará cargo de las obras para evitar males mayores. El informe técnico no deja lugar a dudas y advierte de que el deterioro «puede llevar al colapso del monumento por erosión de los taludes afectados y al resto de muros adyacentes». Con el fin de preservar la integridad del monumento se apuesta por la reconstrucción urgente del muro de contención «quedando para una posterior actuación la realización de trabajos de restauración y consolidación del resto del monumento que no requieren del tratamiento de emergencia».