Los representantes del Ayuntamiento de València, la Autoridad Portuaria (APV), la empresa pública Valencia Plataforma Logítica Intermodal (VPI) y de la Sociedad Estatal del Suelo (Sepes) se reunieron ayer para empezar a definir la «hoja de ruta» para la recepción de la urbanización de la Zona de Actividad Logística (ZAL), acabada y sin uso desde hace más de una década.
En dicha negociación se deberá concretar, según informaron fuentes municipales, quien asume el mantenimiento (barrido de calles, recogida de la basura, mantenimiento de jardines, alumbrado, etc) de este polígono de uso terciario-industrial portuario donde tendrán cabida empresas logísticas y oficinas.
Recepcionar la urbanización de la ZAL implica para el consistorio, salvo que ayuntamiento y puerto acuerden otra cosa, que la ciudad asumirá el mantenimiento de este espacio. Antes de hacerlo, el Sepes, como urbanizador de las parcelas, tendrá que llevar a cabo mejoras para entregar «en condiciones las obras».
El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, explicó al término de la reunion que la urbanización deben revisarla los distintos servicios municipales, desde el Ciclo del Agua, hasta Parques y Jardines, Movilidad y Bomberos. Dado que es una obra hecha hace años, que en su momento no se recepcionó, apuntó Sarrià, tendrá «con toda seguridad defiencias que se deberán subsanar» para entregarla en buenas condiciones.
En este sentido, destacó Sarrià, la «buena voluntad» por parte del Sepes para subsanar esas defiencienas, «especialmente, desde el cambio de Gobierno».
La recepción de la urbanización por parte del ayuntamiento es un trámite necesario para la concesión de la licencia de ocupación municipal que permitirá la comercialización de este zona logística de casi 70 hectáreas construida sobre la huerta de la Punta en 2006 y que supuso una inversión de cien millones de euros.
Desbloqueo
El puerto avanza así en el desbloqueo de su zona logística al sur de la ciudad, tras conseguir el apoyo del Govern de la Nau y la Generalitat al nuevo plan especial de la ZAL con el que el puerto pretende dar cumplimiento a la sentencia judicial que en 2009 anuló parcialmente la ZAL por incumplir la tramitación ambiental preceptiva. La Generalitat ultima el nuevo plan especial de la ZAL.
Para poder legalizar la zona logística, el puerto ha introducido algunas modificaciones en materia de movilidad y algunas concesiones a la ciudad, incluyendo un carril bici más ancho y más espacios verdes, que en ningún caso han contentando a las familias de la Punta en su día expropiadas para construir la zona logística y que siguen reclamando la reversión de la zona logística.
Una de las últimas actuaciones en la ZAL que llevó a cabo el Sepes fue en 2010 cuando adjudicó las obras para el traslado y reconstrucción de un grupo barracas (ruinosas tras años de abandono) previsto en el plan especial.
El alcalde, Joan Ribó, renunció a la reversión de parte de la ZAL que defendió en campaña, al obtener el compromiso del puerto de ceder terrenos a la ciudad en la frontera con Natzaret y para el futuro Parque de Desembocadura.
