Otro de los aspectos importantes del último barómetro municipal de opinión es que analiza las consecuencias del turismo en la ciudad. «Los datos dejan claro que València no sufre 'turismofobia'», explicó ayer el concejal Carlos Galiana, ya que el 92,5 por ciento de la población cree que es beneficioso para el «cap i casal».

Casi un 75 por ciento de los encuestados consideran que la ciudad tiene mucho o bastante turismo, mientras que el 63,1 % entiende que la presencia de visitantes incrementa los precios de alquiler de viviendas, y otro 53,7 por ciento dice que genera problemas de masificación.

En cambio, los beneficios que aporta el turismo logran un altísimo consenso, ya que el 89,2 por ciento dice que promociona la imagen de la ciudad en el extranjero, un 86,7 por ciento cree que aporta mucho dinero a la economía de la ciudad y un 86,3 por ciento que genera muchos puestos de trabajo. Además otro 82 por ciento considera que contribuye al crecimiento de la oferta cultural.

También es significativo que un 27,6 por ciento de los encuestados les molestaría tener un piso turístico en su edificio. En ese sentido, un 35,8 por ciento de la ciudadanía entiende que el ayuntamiento está gestionando este problema creciente en la ciudad, mientras que un 28,1 por ciento cree que la gestión es mala.

El 18,6 por ciento de los vecinos creen que el comportamiento más incívico de los turistas es el consumo de alcohol en la vía pública, pero un 44,9 por ciento consideran que los visitantes no tienen ningún comportamiento negativo. De hecho más de la mitad de los vecinos cree que los turistas son igual de cívicos que ellos y que un 15 por ciento son incluso más cívicos que los ciudadanos locales.