El Ayuntamiento de València incorporará en este mandato la figura del alcalde de noche, una especie de mediador del ayuntamiento para reducir las molestias que genera el ocio nocturno. Los frecuentes conflictos entre hosteleros y vecinos a cuenta del ruido nocturno, la invasión de las aceras por parte de las terrazas o el botellón que se registran en València han llevado al consistorio a impulsar esta medida, que ya funciona en otras ciudades europeas. El concejal de Comercio, Carlos Galiana, presentará esta jueves al pleno una moción para iniciar los trámites para nombrar al alcalde de noche o comisionado del ocio en la ciudad.

El pleno también impulsará la creación de un Observatorio del Ocio de València, otra reivindicación vecinal que ha quedado descafeinada al excluir el turismo y su problemática (sobre todo el fenómeno de los apartamentos turísticos) del contenido del mismo, lo que ha llevado a los vecinos a desmarcarse de la moción de Galiana, que lo ha justificado por no ser el turismo competencia suya, sino de sus socios del PSPV. El Govern de la Nau intenta así dar respuesta a las peticiones de la Federación de Asociaciones de Vecinos, que a priori valoran la creación de la figura del alcalde de noche, aunque esperan a ver qué competencias y alcance tendrá.

El Observatorio del Ocio de València estará coordinado por el comisionado del ocio, que creará su reglamento, coordinará sus trabajos y velará por el cumplimiento de sus acuerdos, explicaron fuentes municipales. El alcalde de noche queda bajo la dependencia orgánica del Ayuntamiento. Tendrá potestad para asumir ciertas decisiones, como la proponer inspecciones (aunque no tendrá, a priori, capacidad sancionadora) y, sobre todo, para plantear diversas acciones en positivo que encuentren soluciones a diferentes planteamientos que puedan surgir en el día a día, lo que hará «más ágil» la respuesta del Ayuntamiento en casos que generen conflicto.

El observatorio, por su parte, «deberá ser un espacio de participación social, asesoramiento y colaboración en aquellas actividades relacionadas con el ocio que incidan en el uso del espacio público y la convivencia vecinal». Adoptará una composición representativa de las organizaciones sociales y empresariales relacionadas con estas actividades», explicó ayer Galiana. El concejal defendió ayer un «modelo de ocio sostenible en el que haya espacio para el diálogo y la mediación entre todas las partes».

Un diálogo más que necesario cuando se trata de conciliar los intereses económicos de los hosteleros, una actividad con un indudable peso en la economía de la ciudad, con el derecho al descanso de los vecinos o el disfrute del espacio público. La invasión de las terrazas de la hostelería en las nuevas zonas peatonales ganadas al coche y el cumplimiento de las restricciones a los locales de ocio en las zonas acústicamente saturadas han sido motivo de desencuentro entre los hosteleros y los vecinos, que vienen pidiendo al consistorio más control sobre estas situaciones. «Nos gusta el ocio que apuesta por dar todas las alternativas posibles y al mismo tiempo sea respetuoso con el descanso y con otros derechos», recalcó al respecto ayer Galiana, quien destacó que la figura del alcalde de noche ya existe en Berlín, Amsterdam, Zurich y Londres.