La presencia de la ministra de Hacienda rescató del argumentario nuevamente la cuestión de los Presupuestos Generales del Estado, que incluían no sólo la condonación de la deuda de la Marina, sino una batería de inversiones en la Comunitat Valenciana que permitían ayer al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, calificarlos como «los mejores presupuestos de la historia de la Comunitat Valenciana, que esperamos que ahora sí que sean posibles».

El presidente valenciano reprochó a «los independentistas y los partidos de la derecha» que «lo hicieron imposible» al votar en contra y, por ello, precipitar la disolución de las cámaras y la convocatoria de elecciones. «Pero estamos convencidos de que a partir del mes de junio o julio, una vez constituido el Gobierno, podremos avanzar en un proyecto de presupuestos que altamente positivos para los valencianos. Esto son hechos, ya no son palabras. Ya no estamos en campaña electoral. Y para eso es necesario el alineamiento de instituciones: Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento».

La ministra reiteró que las cuentas «no pudieron ver la luz porque el resto de fuerzas políticas, tanto de derecha como independentistas, votaron en contra, pero para nosotros es algo ineludible. Vamos a crear las condiciones necesarias para un compromiso que es fundamental. Lo digo aquí y lo digo ante los empresarios y los sindicatos».

Su voluntad es que «en cuanto el presidente sea investido podamos tomar decisiones. Son una prioridad para nosotros», dijo. Y para que eso sea posible la ministra pidió «generosidad y altura de miras para sobre la financiación autonómica» en alusión a los partidos independentistas. Y es que la ministra Montero considera una prioridad cambiar el modelo de financiación para acabar con la «injustificable» situación de la Comunitat Valenciana. Incluso se comprometió ante los empresarios a adoptar «medidas paliativas» hasta negociar el modelo global.