Los dos vicealcaldes del Ayuntamiento de València, la socialista Sandra Gómez y Sergi Campillo, de Compromís, cobrarán una retribución bruta anual de 81.280 euros, situándose en salario casi al nivel del alcalde, Joan Ribó, cuya nómina subirá esta legislatura hasta los 84.667 euros (frente a los 82.603 que tuvo en el anterior mandato).

El alcalde aplicará una subida salarial de 2,5% a los concejales del «cap i casal» (y a él mismo, en aplicación de la subida salarial a los funcionarios prevista en los Presupuestos Generales), lo que situará el sueldo de un concejal raso en 68.171 euros, frente a los 66.508 que cobraban hasta ahora. Eso será, no obstante, lo que cobren los concejales de la oposición con dedicación exclusiva, ya que no todos la tendrán.

Como publicó este diario, el alcalde ha decidido quitar la dedicación exclusiva a la mitad de los concejales de la oposición, que perderán 5.000 euros anuales, quedándose con una retribución de 63.500 euros al año. Un recorte, justificado por la ley Montoro que limita a 25 las dedicaciones exclusivas en el ayuntamiento de València, que el PP ha criticado porque limita el trabajo de la oposición.

Las dedicaciones parciales recaen así solo del lado de la oposición. El PP solo tendrá cuatro regidores con dedicación exclusiva, tres Ciudadanos y uno Vox.

Los tenientes de alcalde cobrarán esta legislatura 76.199 euros, los regidores con delegación 74.507 euros y los portavoces de los grupos políticos 71.120 euros.

«Un reparto lógico»

El alcalde, Joan Ribó, se pronunció ayer en relación al reparto de las dedicaciones exclusivas y destacó que el reparto es el «normal y lógico», como se ha hecho en otros municipios, algunos de ellos con gobiernos del PP, en los que se prioriza que las dedicaciones exclusivas las tengan quienes se dedican a gobernar.

En la pasada legislatura, Ribó mantuvo la dedicación exclusiva para todos los concejales de la oposición quitándosela a los tenientes de alcaldes cuya retribución se compensó con una complemento por dedicación especial al equipo de gobierno.

Ribó apuntó ayer, en respuesta a las críticas del PP, que «el número de asesores que le hemos dado es el número de concejales que tienen multiplicado por 1,3, un número de asesores totalmente suficiente para poder hacer la tarea de oposición».