Una moción en la que, como dijo el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, no se esperaba debate alguno, acabó por crear uno de los momentos más tensos del pleno. Se trata de la moción suscrita por la concejala de Igualdad, Lucía Beamud, y Cano, por un municipio libre de tráfico de mujeres, niños y niñas, con el objetivo de acabar con «la mercadería de mujeres, que atenta contra la dignidad de todas ellas y sus derechos fundamentales». La primera intervención en contra era de esperar. El portavoz de Vox, José Gosálbez, se dirigió entonces a Beamud y Cano para acusarles de «importarles un bledo los hombres» al no incluir en la moción «a aquellos que también sufren abusos», dejando caer que esa situación se le «ha dado» a él en su despacho. La sorpresa, no obstante, la dio la intervención de la edila de Ciudadanos, Rocío Gil, al defender la regularización de la prostitución como un acto de «libertad» para las mujeres que «quieran dedicarse a ello». Una declaración «lamentable», en palabras, de la vicealcaldesa Sandra Gómez, quien manifestó en redes sociales lo sorprendente que le parecía que «una mujer joven como Rocio Gil defienda la compraventa del cuerpo de las mujeres, una de las formas más graves de sometimiento y violencia de género como es la prostitución». Un tuit que, en pocos minutos, Gil pidió que fuese rectificado o haría frente a una posible denuncia.
