Los comerciantes del centro histórico recurrirán a los presupuestos participativos -DecidimVLC- para reclamar al ayuntamiento de València que haya zonas de sombra en las plazas sometidas al nuevo proceso de peatonalización.

Pretenden, de esta forma, generar «espacios amables» en los que se combine la ocupación por parte de los peatones del espacio ganado a los automóviles pero que, a la vez, sea soportable, especialmente en las épocas del año en que aprieta el calor, como en la actualidad. Una fórmula que quieren se tenga en cuenta no sólo para las plazas ya peatonalizadas (Ayuntamiento, San Agustín o Pintor Segrelles), sino también para las que están en proyecto, como Brujas y Reina.

Calles asfixiantes

La gerente de la Asociación Comercios València Centro, Julia Martínez, destaca en ese sentido que «nosotros ya dijimos que las plazas deben tener zonas de sombra porque está demostrado que la gente huye de las calles asfixiantes». «Son detalles que no hay que perder de vista, incluso aunque los arquitectos te digan que las grandes plazas en Europa son completamente diáfanas. Pero la temperatura que hay en esta ciudad es la que es, y la temporada de calor, con el cambio climático, cada vez será mayor», añadió Julia Martínez.

Mobiliario que dé sombra

No descartan en ese sentido «actuaciones poco agresivas, mobiliario que dé sombra, pero que pueda retirarse durante el año» en alusión a que el debate se produce al inagurarse las plazas en plena ola de calor, mientras que en otoño o invierno no habrá alusiones a este tema.

En San Agustín ha habido que recurrir a marquesinas que hacen de parasoles. «Tenemos claro que ahí no se pueden plantar grandes árboles porque debajo está el parking. Pero un arbolado es básico en este tipo de plazas. Compatible con los usos, con las fallas que se planten etcétera» insiste la responsable de unos comercios que «con los problemas que estamos sufriendo, ayudaría un entorno lo más dulcificado».