La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, dio ayer calor a las dos propuestas de renaturalización del Paseo Marítimo y las playas urbanas de la Malva-rosa y el Cabanyal, por un lado, y del nuevo cauce del Turia («Llit nou, riu nou»), por otro, que el alcalde, Joan Ribó, le puso sobre la mesa. Así lo aseguraron fuentes de alcaldía tras el encuentro que Ribera y Ribó mantuvieron en Madrid y en el que, según apuntó el alcalde, la ministra ofreció «vías para dar salida» a las reivindicaciones de la ciudad y el compromiso de empezar a avanzar en el proyecto del nuevo cauce en una próxima reunión con técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).
El organismo de cuenca deberá dar luz verde al aprovechamiento del nuevo cauce como se ha hecho en el Manzanares con Madrid Río y en el Llobregat. La ministra, con quien el alcalde ya había mantenido contactos previos este verano, se interesó por las propuestas de Ribó pero sin llegar, según lo transcendido, a un compromiso concreto de inversión en temas cruciales para la ciudad como el de la regeneración de las playas del Sur, muy dañadas por el temporal de enero y que aún esperan los 28 millones de inversión anunciados por el Gobierno. En la reunión, de casi dos horas de duración, también se abordaron las necesidades hídricas del lago de l´Albufera, para el que el alcalde demandó aportaciones de agua de calidad del Júcar de 70 hectómetros anuales. «Le hemos explicado a la ministra la necesidad de que l´Albufera cuente con recursos hídricos del Júcar de calidad y del problema de la regeneración de las playas del sur y de adecuar con dunas y arbolado la playa de la Malva-rosa y el Cabanyal», detalló el alcalde, quien puso el acento en la presentación en Madrid del «gran proyecto de la renaturalización del nuevo cauce del Turia».
Ribó subrayó la «actitud positiva» de la ministra y de los secretarios de Estado de Agua y de Medio Ambiente, también presentes. Un encuentro que en palabras de Ribó sirvió para subrayar que «València está en la vanguardia en temas de sostenibilidad y de ciudad cada más saludable». La renaturalización del paseo marítimo, a la que da cobertura el plan especial del Cabanyal, abarcará una superficie de 2,5 kilómetros lineales y más de 260.000 metros cuadrados de superficie. La propuesta presentada ayer en Madrid contempla la sustitución del paseo de obra dura por 132.000 metros cuadrados de dunas de arena que sirvan de defensa natural ante los temporales e introducir más vegetación. También está previsto instalar pavimento drenante, pasarelas de madera y pérgolas.
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