El embarcadero de la Gola del Pujol es uno de los lugares más visitados y emblemáticos del Parque Natural de la Albufera, un edificio en el que históricamente se protegían, reparaban y mantenían las barcas municipales. Pero el tiempo lo ha convertido en una ruina. No se trata de una instalación histórica. De hecho, tiene sesenta años de vida, muy pocos menos que la propia Gola, levantada en el año 1953, pero ya ha alcanzado la consideración de Bien de Relevancia Local. Ahora, el servicio de Devesa-Albufera ha iniciado el proceso para restaurar integralmente el edificio. «Restauración, consolidación y puesta en valor paisajístico», en el que se invertirán casi 175.000 euros.

Se convertiría, de esta forma, en «un centro de reconocimiento a los barqueros y barqueras de la Albufera que, durante siglos, han mantenido esta tradición. Y a la vez pondrá en valor su importancia en la historia de la pesca y la navegación», aseguraba el concejal Sergi Campillo.

La obra implica la reconstrucción de la cubierta, el saneado y recuperación de los muros, vigas y dinteles, la recuperación de la carpintería y restos de arqueología industrial, saneando y restaurando la estructura del edificio y el sistema de poleas y cadenas que facilitaba el alzado de las barcas para repararlas. En la actualidad ofrece un aspecto casi terminal. El edificio actual tenia una barra de medición para el control del nivel del agua y una grúa para levantar las barcas y repararlas. El edificio mantuvo su uso hasta aproximadamente finales de la década de los 80 del siglo pasado. El emplazamiento está considerado como «el mejor atardecer de València».