El Servicio de Patrimonio Histórico y Artístico del Ayuntamiento de València, que dirige la concejala Glòria Tello, afrontará durante este año la remodelación del Museu Històric Municipal y sus salas de exposiciones, un proyecto que ya está redactado y para el que se invertirá un total de 1,3 millones de euros. En la primera fase, que se ejecutará durante 2021, se prevé renovar la climatización del espacio y ampliar y mejorar el acceso principal a las instalaciones, con una inversión que ronda el millón de euros y un plazo de ejecución de unos 8 meses. En la segunda fase se restaurarán algunos de los lienzos y piezas que forman parte de la exposición, para lo cual se destinarán otros 300.000 euros ya en 2022.
El proyecto desarrollado abarca el ámbito de los dos museos municipales existentes actualmente en la Casa Consistorial. Ambos se ubican uno encima del otro, ocupando el de exposiciones temporales la planta baja y el histórico la planta primera del mismo sector del ayuntamiento. Los principales problemas que se pretenden solucionar son las deficiencias de climatización y la falta de un acceso digno.
En la actualidad, ambos espacios carecen de un sistema de climatización óptimo. Ya sea para las diversas exposiciones temporales que alberga el primero, como para la conservación de las relevantes piezas que se exponen en el segundo, entre ellas la real Senyera, el sistema de climatización actual en ambas salas no cubre las necesidades que dichos espacios exigen.
El control de los niveles de temperatura y de humedad en las salas de exposiciones son esenciales para conseguir un grado óptimo de conservación de las obras. Con objeto de subsanar estas deficiencias de funcionamiento, se prevé implantar un sistema independiente de climatización y ventilación que sirva al mismo tiempo a ambas plantas. El proyecto de intervención ya está redactado a la espera de su licitación.
En cuanto al acceso principal, al museo se entra a través del rellano de uno de los núcleos de escaleras que recae a la calle Periodista Azzati. De reducidas dimensiones, comunica la primera sala de exposición con el pasillo lateral del Salón de Cristal y se muestra insuficiente para la relevancia de dicho espacio expositivo y para el trasiego de las personas que lo visitan a diario.
El proyecto del diseñador Daniel Nebot recoge una nueva solución que plantea un acceso de mayor prestancia y funcionalidad, y una nueva redistribución de la obra expuesta acorde al hilo narrativo conductor del nuevo espacio expositivo. Nebot propone unir a las demás salas del museo la estancia colindante entre el museo y el hemiciclo, generando una recepción previa que haga la función de «hall» de acceso al museo y que comunica directamente con una circulación principal de acceso.
Su acceso se produce de forma tangencial a través de la hornacina vaciada que ocupa en la actualidad la «Virgen de los Funcionarios», la cual será trasladada a una nueva hornacina ubicada a continuación y réplica de la original. De esta forma se conseguirá acceder a un espacio previo desde el eje de circulación que se utiliza para disponer de un mostrador de recepción con el control centralizado de todas las instalaciones, una guardarropía y unos baños de uso público.
La sala de exposiciones se remodelará para mejorar el espacio donde se exhiben las obras. La tercera sala, la «Sala de los Fueros», se mantendrá conforme está en la actualidad. La ultima sala la constituye la antigua nave de la iglesia de Santa Rosa de Lima. En este espacio se actuará de forma mínima, sustituyendo el acristalamiento del lucernario por uno de mayor resistencia para ser pisable, y mejorando la iluminación.
Javier Goerlich convirtió una iglesia en el actual museo
El inmueble que acoge el museo, la antigua iglesia de Santa Rosa de Lima que formaba parte de la Casa de la Enseñanza fundada por el arzobispo Mayoral en 1758 y hoy integrada en el edificio de la sede del Consistorio Municipal, constituye un monumento de gran valor, en el que destacan, por ejemplo, las bóvedas pintadas al fresco por José Vergara. La antigua iglesia de Santa Rosa de Lima fue transformada en el año 1935 por el entonces Arquitecto Municipal Javier Goerlich en Museu Històric Municipal.
