La Asociación de Vecinos Amics del Carme ha presentado por registro de entrada del Ayuntamiento de València un listado con 48 solares abandonados desde hace más de una década solicitando que sean incluidos en el registro municipal de solares y edificios a rehabilitar (RMSER). Este instrumento urbanístico aprobado en 2005 permite al ayuntamiento expropiar y urbanizar o adjudicar a terceros solares y edificios ruinosos cuyos propietarios no cumplen con la obligación de edificar. Una herramienta que exige un gasto económico, que ha tenido una aplicación muy limitada (en la actualidad hay inscritos 26 solares del centro histórico y 33 del resto d e la ciudad) por parte del ayuntamiento. Amics del Carme reclama que se haga uso del registro para desbloquear suelo residencial del barrio y se incluyan 48 de los más de cien solares vacíos que existen en en el centro histórico para empezar a darles salida y mitigar así el despoblamiento de un distrito «en peligro de terciarización», según recoge el documento de directrices urbanísticas aprobado por el actual gobierno municipal.

La existencia de solares vacíos, unos vinculados a unidades de ejecución como la de la muralla islámica, y otros aislados, son un problema que «lleva años enquistado», asegura el portavoz de Amics del Carme, Toni Cassola.

Los vecinos explican que tras la aprobación del Plan Especial de Protección de Ciutat Vella «ya es hora de que el ayuntamiento empiece a gestionar el suelo del barrio». Una fórmula, apuntan, sería la creación de una oficina de información para agilizar las actuaciones en solares que llevan décadas abandonados.

Entre los solares que los vecinos proponen para que la Concejalía de Desarrollo Urbano, con Sandra Gómez al frente, incluya en el registro de solares con el objetivo de desarrollarlos y aumentar el parque de viviendas del barrio, se encuentran un solar en la plaza de Tavernes de Valldigna, al lado del futuro Espai Dones. También varios solares en la calle Guillem de Castro, en Guillem Sorolla, Bolsería, Lope de Rueda, Maldonado, Calabazas, Murillo, en la calle Alta, en Serranos y Palomar.

Los 48 solares que los vecinos proponen para el registro de solares son «los más antiguos y más abandonados», explica el portavoz de Amics del Carme, quien asegura que el suelo retenido en las unidades de ejecución del barrio es otro problema que se suma al centenar de solares dispersos y aislados, como el de la plaza de Tavernes de Valldigna, que ha estado años sin programar porque iban a hacer una parada del metro (T2) y estaba a expensas de ese proyecto, aparcado por falta de financiación.

«Pronto hará un año de la aprobación de PEP de Ciutat Vella y el panorama urbanístico sigue igual de estancado que cuando empezó su tramitación en 2018», apuntan los vecinos. «Muchos rincones de los barrios históricos siguen siendo un páramo de ruinas y abandono». En el centro hay un centenar largo de solares y casas en estado ruinoso y 16 unidades de actuación urbanística en un «limbo urbanístico» con un 44.134 m² (el equivalente a 4 campos de fútbol) que muy bien podrían alojar cerca de 1.800 nuevos vecinos.

«Aquí el único ladrillo que se mueve es para construir apartamentos turísticos», asegura Amics del Carme. «Ciutat Vella necesita vecinos o se convertirá en un centro comercial decorado con las ruinas del que un día fue», añaden al tiempo que piden al ayuntamiento que actúe. «Más allá de arreglar plazas son necesarias medidas urgentes para movilizar los vacíos que hacen inhabitables numerosos rincones en los barrios de Velluters, Mercado, Carme y Seu-Xerea».

Los vecinos piden gestión del suelo y, además de reactivar el registro de solares y crear una oficina de información, demandan que se promueva la construcción de vivienda pública y retomar las promociones públicas paralizadas como la de Ripalda, Fox, Sogueros y Tapinería.