Acabó la Semana Santa Marinera con un cambio de papeles. Si un Domingo de Resurrección, cofrades y hermanos lanzan flores al público, en esta ocasión la reinvención consistió en depositar esas flores al pie de vírgenes y cristos que, simbolizando el Encuentro y los protagonistas de la Pasión (la madre y el hijo). Tanto en representación de los colectivos semanasanteros como por iniciativa popular. «Por favor, no se acumulen. Hay tiempo de sobra» se decía por los micrófonos. Con flores o sin flores, las imágenes han sido motivo de inmortalidad en forma de fotografía. Y es que los vecinos amantes de la fiesta venían a decir eso, sobre todo en comparación con las Fallas (con las «no Fallas»): tener las iglesias abiertas ha sido el bálsamo para recordar las sensaciones de la fiesta. Apenas un retazo de lo que es en una normalidad que tendrá que esperar. No es de extrañar que el párroco de los Ángeles, Fernando Tomás, destacara «la cantidad de gente joven que acudió a la Vigilia del sábado». Mucha gente, en más de una ocasión bordeando los límites aconsejables.

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Domingo de Resurrección bajo techo en el Cabanyal Fotos de Manuel de Zayas

La clase política se reúne

Fue en esta parroquia donde acudió la clase política. Por su cuenta, porque para este servicio no se cursan invitaciones oficiales. Y ahí se dieron cita Carlos Galiana (Compromís), Sandra Gómez (PSPV) y María José Catalá y Santiago Ballester (PP). Todos asistieron a la misa y todos ofrendaron flores. No es nada normal que un concejal de Compromís, en este caso su portavoz, participe en una misa y en una Ofrenda. De hecho, no lo hizo en la Misa de San José. Pero Galiana, que ya había asistido a otros oficios esta Semana Santa, sí que participó en el particular remate de la Semana Santa Marinera.

«Hemos aprendido todos un poco más. Lo sucedido hay que verlo como una oportunidad. Nos ayuda a profundizar en el misterio de la Fe. No sabemos lo que deparará el próximo año, pero sí lo que Dios espera de nosotros: ser portavoz de esperanza y generar fraternidad». El mensaje del párroco de Los Ángeles resume el estado.