Las ocho piscinas municipales descubiertas del Ayuntamiento de València se preparan para la apertura al público, aún con aforo limitado por la covid-19, aunque ampliado en relación al verano pasado. Las piscinas podrán completar su aforo hasta el 75% (frente al 30% del verano de 2020), aunque por seguridad algunos gestores no admitirán más del 60%. Todo en un verano donde la vacunación abre la puerta a un cierto relajamiento de las restricciones y por ejemplo no será necesario solicitar cita previa y ya se podrán utilizar los vestuarios, aunque con medidas de distanciamiento.
Las dos primeras piscina municipales del gestión indirecta que abrirán serán las de Benicalap y el complejo del Parque del Oeste, donde los valencianos podrán darse el primer chapuzón el próximo 12 de junio, según informa la empresa que gestiona las instalaciones en su página web.
La concejala de Deportes, Pilar Bernabé, confirmó que a finales de junio estarán abiertas todas las piscinas municipales (Natzaret, Benicalap, Benimaclet, Castellar-Oliveral, Parque del Oeste, El Palmar , la Hípica y Benimàmet).
Esta última se inaugura este año y supone un logro vecinal tras años demandándola y siendo uno de los proyectos más votados en los presupuestos participativos. Al exceder su construcción la cuantía límite fijada en los presupuestos vecinales la piscina al aire libre se descartó en un primer momento. Ante la insistencia de los vecinos se decidió construirla en la zona verde exterior de la piscina cubierta con la que quedará conectada a través de una cristalera.
No se habilitará en cambio la piscina de agua marina natural de la Marina de València, por «prudencia», apuntaron fuentes del Consorcio València 2007. Esta instalación, habilitada por primera y última vez en 2019 entre los pantalanes de la dársena, frente a la Base, que contaba con un canal de nado, se convirtió pronto en un éxito. La zona de baño de la Marina, de entrada libre, estaba formada por una piscina principal de 24 metros por 33 metros de superficie y 8 metros de profundidad, con un aforo de 403 personas.
Aunque la campaña de vacunación avanza, la mascarilla seguirá siendo complemento imprescindible en interiores y en exteriores, aunque con excepciones, por ejemplo dentro del agua o mientras se nada. En el caso de las piscinas será obligatorio su uso en los periodos de descanso y cuando no se pueda garantizar la distancia de 1,5 metros, al igual que ocurre en la playa, cuando también se exige en los paseos por la orilla.
En las piscinas de verano, donde este año tampoco se podrán llevar comida ni alimentos aunque sí habrá zona de bar en servicio, con mesas y sillas acotadas para comer o tomar algo, se tendrá que guardar la distancia de seguridad especialmente en la zona de recepción, los vestuarios y duchas.
El aforo a lo que es el baño público estará limitado al 30%, teniendo preferencia de acceso la venta online y los bonos de temporada. Los responsables de controlar el aforo dentro del agua serán los socorristas.
Las empresas que gestionan las piscinas municipales, como Aquaval, que este año vuelven al horario habitual, han preparado un amplio programa de actividades, que incluye desde cursillos de natación hasta la escuela de verano.
Las empresas deberán velar por el cumplimiento del protocolo covid-19 y la venta de entradas debe limitarse proporcionalmente al aforo permitido. Una vez completo el aforo establecido, el usuario no podrá acceder a la instalación hasta que no salgan otros usuarios. Se habilitará una puerta de entrada y otra de salida para intentar evitar al máximo los cruces. La entrada y salida será siguiendo el circuito o recorrido preestablecido. Estas son algunas de las normas que se aplicarán este año en las piscinas.
